Instituto de Meteorología, una promesa de Cortizo con un presupuesto denominado 'cantinflada'

Instituto de Metereología

Instituto de Metereología e Hidrología de Panamá / Foto/Tomada de Twitter

La pérdida de vidas humanas y materiales que se dieron durante el paso indirecto de los huracanes Eta e Iota por el territorio panameño, encendió las alarmas de contar con un mecanismo que coadyuvara o previera este tipo de fenómenos en mayor medida, como se ha venido realizando con la colaboración de la dirección de hidrometereología de la Empresa de Transmisión Eléctrica S.A (Etesa).

A partir de este evento natural que dejó varios muertos y millones de dólares en pérdidas, el Órgano Ejecutivo planteó la iniciativa de presentar formalmente ante la Asamblea Nacional, la creación de un ente que se encargara de velar y suministrar información de carácter metereológico para la seguridad de las vidas humanas.

Es así como después de ser aprobado en tercer debate, el presidente de la República, Laurentino Cortizo, sancionó el pasado mes de abril la ley que crea el Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá, una entidad autónoma que estará representada por el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente).

El pasado 18 de septiembre el ministro de MiAmbiente, Milciades Concepción, estuvo a cargo de la sustentación del primer presupuesto de la entidad que es de tan solo 3.7 millones de dólares, una cifra que para muchos es muy poco para la gran cantidad de acciones que hay que tomar en cuenta en el arranque de esta institución.

Devastación producto de huracán Eta / AFP

Un presupuesto para "apagar fuego"

Para el exdirector del Sistema Nacional de Protección Civil, José Donderis, la idea era poder iniciar con un presupuesto robusto, por lo que este monto tan bajo, es como “construir un barco sin motores”.

Donderis añade que solamente teniendo en consideración la cantidad de estaciones meterelógicas que actualmente no funcionan por falta de mantenimiento, más las instalaciones y la inversión que se tendría que hacer en la instalación de nuevas plataformas de instrumentación para la vigilancia metereológica en el país, el monto es irrisorio.

Fuera de eso, destacó Donderis a TVN-2.com, que cuando se toma en consideración el presupuesto de funcionamiento, más el de inversión dan cuenta que 3.7 millones de dólares no es nada, en cambio estimó que este presupuesto debió iniciar al menos por el orden de los 13 millones de dólares, si realmente se quiere una mejora en el tema de la hidrometereología y meteorología en Panamá.

Esto hubiese permitido una verdadera inversión en tecnología de vanguardia y que son altamente costosas, agrega.

“Un buen rabal metereológico, el mantenimiento es elevado, la interconectividad que se paga por la data si es satelital es costosa dependiendo el tipo de banda y ancho a utilizar, en resumen (…), sí se creó una nueva Ley pero no se le da los fondos que se merece”, afirmó.

Añade que al separar de Etesa esta responsabilidad, “queda vulnerable financieramente y es como una cantinflada crear un instituto sin los recursos necesarios”.

A futuro, visualiza este instituto como cualquier otra institución de emergencia, que se le asigna dinero “para apagar el incendio, pero cuando tienen los problemas encima, entonces es que se le asigna el recurso”, una mala práctica de los países tercermundistas que tienen poca visión.

Lo importante es que se cuenta con el instituto

Para el especialista en Prevención de Riesgos, Seguridad, Preparativos, Respuesta a Emergencias y Desastres, Omar Smith, quien por años también formó parte del Sinaproc, siempre habrá necesidades, pero lo importante es que ya se cuenta con el instituto.

Está consciente de que el presupuesto que fue asignado tendrá que ser evaluado por el personal que forme parte y tocará al responsable de esta entidad definir que las responsabilidades estén satisfechas. “Para mí lo importante es que se cuente con el instituto”, reiteró.

Asegura que quien llegue a ser director o directora tendrá que hacer un diagnóstico de lo que realmente se requiera e ir generando las necesidades.

“Creo que, con un segundo año, ya se podrá tener esa calibración por parte de quien resulte encargado de la entidad” dijo.

Recordó que los dos grandes eventos naturales relevantes por los que se ha pasado dicen mucho de cómo se está en términos de lo que es pronóstico.

Smith resaltó que lo que se tiene hasta el momento es oportuno y positivo, que siempre habrá elementos de mejoras y con lo que no se contaba antes y hay personal altamente calificado.

Considera que es importante que se cuente primero con la organización y posteriormente definir qué es necesario y que no.

De acuerdo con Smith, habría que mejorar los pronósticos locales, que deben ser más asertivos en cuanto a la localización puntual de los eventos. Esto sí demandará en su momento más tecnología y con ello más recursos.

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