Contenido Exclusivo: Mujeres indefensas
De enero a la fecha, el Ministerio Público ha registrado 7mil 654 denuncias por violencia doméstica, y más de, 15 mil atenciones de esta índole por su Unidad de Atención a la Víctima.
Hogares que se convierten en una pesadilla luchando entre heridas emocional y físicas. Esa ha sido la cruda realidad de quien llamaremos Amelia, protegiendo su identidad a razón del proceso legal contra su agresor, con quien vivió 11 años, lo 7 últimos bajo la sombra del maltrato.
Amelia reconoce que al principio de la relación su pareja se mostró como un hombre amoroso; sin embargo, todo cambió después de su embarazo, cuando le impedía trabajar, tener amistades, le cuestionaba la ropa y todo lo que hacía, luego de eso, la ira de su agresor llegó a los golpes.
Desde presentada su denuncia ha transcurrido un año, en un sistema en el que la gran cantidad de casos sobrepasa su capacidad de atención.
En su caso, sí le informaron los pasos a seguir; pero al momento de obtener ayuda psicológica y terapias, tuvo que esperar hasta 4 meses, pues la demanda de las solicitudes de apoyo en el entonces Instituto de la Mujer, ahora Ministerio de la Mujer, superaba la capacidad de su recurso humano.
Gilma De León, abogada especialista en derecho de familia y niñez, indica que la violencia doméstica representa el 78% de las denuncias que llegan a un sistema que ya está colapsado y con un mínimo de recursos.
Mientras que el Ministerio de la Mujer cuenta con 16 centros de atención a nivel nacional; pero con escasos 23 abogados, 25 psicólogos y 23 trabajadores sociales, consecuencia de un reducido presupuesto para la institución.
A nivel nacional solo existen 3 albergues para aquellas mujeres e hijos sobrevivientes de violencia, cuando la Ley 82 del 2013 indica que deben construirse mínimo uno por provincia.
Otra de las acciones pendientes desde hace más de 10 años, es la implementación del brazalete electrónico estancado en mesas técnicas.
El silencio estimula al verdugo, que se ve reflejado en los femicidios por violencia doméstica, en donde el agresor, supera la vulnerable protección que se le ofrece a las mujeres.