Contenido Exclusivo: El costo de comer en la calle

Comer saludable no debe ser un lujo. El verdadero desafío no está solo en lo que llevamos a la mesa, sino en cómo lo hacemos.

Una persona almorzando en una fonda en la capital panameña / TVN Noticias
Jocelyn Mosquera - Periodista
27 2025 - 20:54

Ciudad de Panamá, Panamá/Miles de trabajadores, estudiantes y ciudadanos encuentran en las fondas y restaurantes la opción más rápida y económica para el día a día. Sin embargo, detrás del plato servido en la mesa hay una realidad que se repite: ahorrar en el bolsillo, aunque a veces cueste en la salud.

En los últimos años, la vida se ha vuelto más acelerada para muchos panameños. Entre el trabajo, los tranques y las responsabilidades, comer en casa ya no siempre es una opción, y eso ha cambiado los hábitos: cada vez son más los que resuelven el almuerzo en la calle.

Héctor Dueña trabaja en el Hospital del Niño y lo sabe bien. Desde hace años, su rutina lo obliga a almorzar en las fondas cercanas. Prefiere un plato fresco y caliente, pero reconoce que ese hábito le golpea el bolsillo. Asegura que gasta unos B/. 50.00 por quincena, solo en almuerzos.

Comidas variadas en las fondas / TVN Noticias

Y como Héctor, hay miles de personas en la misma situación. Todos los días, desde las 11:00 a.m., las fondas y restaurantes comienzan a llenarse.

Los comensales buscan el menú del día; algunos eligen por precio antes que por nutrición.

Puedes leer: Contenido Exclusivo: El rostro humano del dengue

En la mayoría de las fondas y restaurantes, el menú —compuesto por arroz, menestras, ensalada y proteínas como pollo, carne de res o cerdo— oscila entre B/. 4.50 y B/. 5.00. Este precio varía si se pide un plato especial, que puede costar B/. 5.00, y peor aún si el cliente desea mariscos, ya que el menú pasa a costar entre B/. 6.50 y B/. 8.50.

Pero, ¿cuál es el alimento que no puede faltar en el menú de las fondas?

La imagen muestra los menús en una de las fondas / TVN Noticias

De acuerdo con Ezter Paul, propietario de una fonda, el pollo y el arroz forman parte de los productos más consumidos en el negocio.

"El panameño pide más el pollo, arroz, frijoles, ensalada y su plátano maduro", afirma.

Te puede interesar: Contenido Exclusivo: Niños invisibles, identidad vulnerada

El alto costo de la canasta básica afecta tanto a quienes compran como a quienes venden. Los dueños de fondas intentan balancear porciones y precios, pero la realidad golpea a ambos lados del mostrador: el consumidor quiere ahorrar y el comerciante, sobrevivir.

Según Eddy López, otro pequeño comerciante, aunque el precio de productos como el arroz, las verduras y vegetales aumente, están obligados a asumir los costos y a no disminuir las porciones a los clientes.

Personas comprando comida en un restaurante / TVN Noticias

Ante esta realidad, está el otro lado de la moneda. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se alerta sobre el incremento en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en las regiones de América. Dos enfermedades silenciosas que, se estima, en Panamá afectan al menos al 70% de la población adulta y que muchas veces son atribuidas a una mala alimentación. Así lo explica la nutricionista Patricia Vial:

"Comer en la calle te aporta diariamente, por comida, entre 200 y 300 calorías más al día. Y puedes decir que eso no suena a tantas calorías, pero en realidad, ¿qué significa cuando aumentas una libra de peso? Significa que ahí hay 3,500 calorías".

El impacto económico se refleja en el alto costo de la vida, salarios promedios insuficientes y otros problemas sociales. Estos factores promueven que muchas personas opten por opciones de alimentos más baratos y menos saludables.

Una persona despacha un pedido / TVN Noticias

Comer saludable no debe ser un lujo. El verdadero desafío no está solo en lo que llevamos a la mesa, sino en cómo lo hacemos. Se trata de repensar nuestros hábitos y organizar opciones que nos den alternativas sanas y sostenibles.

Las fondas y restaurantes no solo se convierten en la opción para cientos de panameños de comer a precios más económicos, también sostienen familias y generan empleos.

Pero la pregunta sigue en el aire: ¿cómo lograr que lo que comemos en la calle no solo sea barato, sino también saludable?

Temas relacionados

Si te lo perdiste
Lo último