La disponibilidad de arroz de primera queda relegada a las ferias del IMA

La disponibilidad de arroz de primera, que debe venderse al consumidor a 40 centavos la libra, ha quedado relegada a las ferias libres del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA), obligando al resto de los consumidores a comprar el arroz especial, que se comercializa hasta en unos 70 centavos la libra.

Para los productores, la industria molinera no tiene ni un 15% de disponibilidad de producción del grano de primera, mientras que los molineros alegan que la escasez de este producto en el mercado se debe a la alta demanda.

“Este año la demanda por el arroz de primera es mayor”, afirmó Raúl Palacios, nuevo presidente de la Asociación Nacional de Molineros (Analmo), quien informó que el IMA lo está ofreciendo, incluso en las comarcas indígenas.

De los 2 millones de quintales de arroz importados en cáscara, que fueron aprobados en febrero y que ya están entrando al país, 200 mil quintales corresponden a la citada entidad gubernamental.

El pilado de ese grano lo realiza y factura el sector molinero para el IMA, a quien le produce arroz de primera.

La reducción en la producción del arroz de primera para el consumidor en general se viene dando desde hace unos 2 años, aseguró Gabriel Araúz, presidente de la Nueva Asociación de Productores de Arroz de la provincia de Chiriquí, quien dijo que hoy día el consumidor solo tiene la opción de comprar arroz especial.

Explicó que esto se da porque el negocio de la industria es vender arroz especial, pese a que tiene la capacidad de producir ambas categorías, ya que cuando pila el grano saca a un lado el quebrado, en el otro la puntilla y en el otro el entero, que al mezclarlos crean el arroz de primera y especial.

El arroz de primera tiene 70% de granos enteros y 30% de granos quebrados, mientras que el arroz especial tiene 95% de granos enteros y 5% de granos quebrados.

Durante la administración del expresidente Juan Carlos Varela se estableció por decreto que los molineros pagarían solo 17 dólares por el quintal del grano en cáscara, húmedo y sucio puesto por los productores en los molinos, mientras que el gobierno asumiría 7.50 dólares para que el quintal quedara en 24.50 dólares, bajo el compromiso de que se elaborara arroz de primera y se vendiera al consumidor a un precio no mayor de 40 centavos la libra.

Pero, Araúz plantea que esos 17 dólares son “ficticios”, toda vez que al descontar los parámetros que los molineros han establecido, el precio queda en un promedio de 16 dólares.

Raúl Palacios, de la Analmo, insistió en que el subsidio es para mantener un precio estable del grano, en beneficio de los consumidores.

En la Cadena Agroalimentaria del Arroz, donde se establecen los parámetros del grano, los consumidores aparentemente están desprotegidos, pues sus representantes “brillan por su ausencia”, indicó Araúz.

Al respecto, Pedro Acosta Insturaín, secretario del Colegio de Asociaciones de Consumidores, aseguró que “nunca han recibido invitación” para participar en dicha cadena, de la cual dijo solo es consultiva, pues las decisiones las toma el Ejecutivo.

“Lo que digamos allí nunca va a inclinar la balanza, pues allí están todos los intereses a la orden del día”, recalcó.

“Debe haber arroz de primera para todos”, señaló por su parte una fuente del Ministerio de Desarrollo Agropecuario que pidió el anonimato, alegando que los molineros no están cumpliendo, pues a ellos se les subsidió el pago total por quintal húmedo y seco.

Agregó que los molineros pasaron de pagar entre 21 y 26 dólares el quintal a solo 17 dólares y posteriormente aplicaron normas de humedad y suciedad, pagándole al productor incluso 15 y 16 dólares, mientras que el Estado paga la diferencia.

“Si no van a mantener la producción de arroz de primera, entonces se debe eliminar el subsidio y los molineros deben comprar el arroz al precio del mercado, pues el arroz especial lo venden así, ganando un diferencial importante, ya que allí es donde está la ganancia”, manifestó el informante.

En el país la producción de arroz, el cereal del cual los panameños consumen anualmente unas 162 libras (73.4 kilogramos) per cápita, se estrecha cada vez más y actualmente de las aproximadamente 5 mil hectáreas que deberían estar sembradas en Panamá Este y Darién solo van unas mil 500, mientras que en la provincia de Chiriquí la siembra apenas se reactivó hace escasas dos semanas.

La provincia de Chiriquí es la primera que tradicionalmente cosecha el grano, pero ante la falta de lluvias los productores aseguran que esto cambiará, lo que traerá como consecuencia que las siembras se pegarán con las cosechas.

“Si es que las lluvias mantienen su normalidad, como ocurre actualmente, el grano se estará cosechando más tarde de lo normal”, dijo el presidente de la Nueva Asociación de Productores de Arroz de la provincia de Chiriquí.

Reiteró que por más que ahora se intensifiquen las siembras, no se sembrará el faltante. “Debemos terminar en un 75% en la provincia de Chiriquí, máximo al 15 de julio”, afirmó Araúz.

A nivel mundial la oferta de arroz decrece, señaló el molinero Raúl Palacios, quien añadió que incluso salieron a comprar el producto en Uruguay, pero no está disponible, mientras que en Brasil y Paraguay las ventas están limitadas.

Este miércoles se espera que se reúna la Cadena Agroalimentaria del Arroz para analizar la existencia del grano, cuyas cifras en estos momentos indican que llega hasta finales de octubre o principios de septiembre, pero que habrá un lapsus en la cosecha de al menos un mes, lo que causaría un bache que pudiera utilizarse para promover otra importación en cáscara, como aparentemente ya es una norma no escrita.