Panamá y la economía del café que no se ha enfriado en los mercados internacionales

El registro del total de hectáreas sembradas con Geisha en el país es casi inexistente, aunque cifras del Ministerio de Desarrollo Agropecuario indican que durante el año agrícola 2019-2020 unos 8 mil 973 productores en el territorio nacional sembraron 16 mil 631 hectáreas de café.

Hasta febrero de este año el total de las exportaciones cafetaleras del país registraban un valor de 743 mil dólares.
Hasta febrero de este año el total de las exportaciones cafetaleras del país registraban un valor de 743 mil dólares. / Pixabay
Julio César Aizprúa - Corresponsal digital
31 de mayo 2021 - 06:49

Ciudad de Panamá/El café Geisha no se ha enfriado. Aún en pandemia mantiene sus apetecidos aromas florales y frutales que gustan a los consumidores en Estados Unidos, Corea del Sur, Taiwán, China y recientemente en Arabia Saudita, donde se paga un promedio de entre 10 a 25 dólares por una taza del grano cultivado en las tierras altas de la provincia de Chiriquí.

La demanda por esta variedad de café, que empezó a cultivarse en el país en la década de 1960, es buena, pero la crisis sanitaria de hoy día ha obligado a unos 50 productores a replantear la estrategia de venta: anteriormente eran los compradores los que venían al país a adquirir el grano, y ahora son los caficultores los que han salido a buscarlos, de manera virtual.

Una vez hecho el contacto, le envían muestras mediante el sistema de courrier, que ha adecuado sus precios para apoyar a los caficultores, explicó Wilford Lamatus, uno de los pioneros en el cultivo de esta especial bebida aromática.

Nos hemos visto en la necesidad de enviar muestras a los potenciales compradores, y gracias a nuestra calidad hemos tenido buen acogida”, afirmó.

Y es que la calidad del grano local de Geisha, que debe su nombre a un pueblo ubicado al sureste de Etiopía, es incuestionable. Cada vez que participa en la subasta electrónica anual Best of Panama, de la Specialty Coffee Association of Panama, la taza se cotiza por arriba de los 50 dólares, y el año pasado en Japón se vendió en 150 dólares.

Muestra de café de la familia Lamatus en la provincia de Chiriquí.
Muestra de café de la familia Lamatus en la provincia de Chiriquí. / Cortesía

En el país más de 50 fincas están destinadas a la siembra y posterior exportación de esta variedad de café, cuyo árbol tarda de 4 a 5 años para empezar a producir, mientras que unas 100 exportan directamente otros cafés de alta calidad, o cafés especiales.

Pero, el verdor de esas plantaciones pudiera descolorarse actualmente por brotes esporádicos de plagas que han afectado unas fincas más que otras, reveló Daniel Peterson, presidente de la Asociación Panameña de Cafés Especiales de Panamá.

No obstante, aclaró que el tesón de los caficultores ha permitido realizar hasta el momento las labores de cosecha.

Para sacar a relucir los tributos que se buscan - sabor, olor - el Geisha necesita un microclima frío y lluvioso, que en el país se logra en la provincia de Chiriquí, a las faldas del volcán Barú, en áreas superiores a los mil 600 metros. De no tenerse este microclima, simplemente se estará sembrando una variedad de menor rendimiento por área.

Debido a esto, “probablemente estamos exportando más variedades tradicionales que Geisha”, apuntó el presidente de la Asociación Panameña de Cafés Especiales de Panamá.

Hasta febrero de este año el total de las exportaciones cafetaleras del país registraban un valor de 743 mil dólares, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas de la Contraloría General de la República.

El café panameño se sigue cotizando a buen precio en los mercados internacionales.
El café panameño se sigue cotizando a buen precio en los mercados internacionales. / Cortesía

Peterson agregó que “previo a la cosecha, que estamos culminando, algunos torrefactores todavía mantenían una parte considerable de su cosecha anterior sin vender, aunque es difícil definir si esto se debió a la pandemia en los países compradores o por un aumento de producción sin aumento de la demanda”.

Respecto al apoyo gubernamental, dijo que en periodos libres de pandemia los gobiernos han apoyado las ferias internacionales alrededor del mundo, a donde asisten a promover el café especial panameño.

Estas son ventanas muy importantes para posicionar nuestro producto. Pro Panamá toma este rol y esperamos reanudar visitas a las ferias en septiembre de este año. La Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) apoya para proyectos de investigación, y también está el apoyo en préstamos con bajo interés”, detalló.

Lamastus, por su parte, sostiene que en la actualidad hay más café de la variedad Geisha sembrado que de otras variedades, Catuaí, por ejemplo, aunque aclara que no todo el Geisha sembrado está produciendo.

En septiembre de 2020 el lote Elida Geisha Lavado de la familia Lamastus, presentado en la subasta electrónica Best of Panama, obtuvo un precio por libra de mil 300 dólares con 50 centésimos, batiendo su propio récord del año anterior, que fue de mil 29 dólares.

En su caso, el productor manifiesta que cada año aumenta la producción de Geisha, en tanto que la de Catuaí, una variedad de porte bajo, ha quedado igual desde hace 10 años, ya que no se ha sembrado más. “En nuestras fincas nos hemos dedicado a sembrar solamente Geisha”, aduce, mientras recuerda que una planta de café puede producir por más de 30 años.

Nuestra producción total es de mil 200 quintales. El 75% del valor de las exportaciones es Geisha y es por el mayor valor de este sobre el Catuaí. Estamos creciendo un 15% anualmente en la producción del Geisha, por lo que hemos continuado sembrándolo cada año”, puntualizó.

El registro del total de hectáreas sembradas con Geisha en el país es casi inexistente, aunque cifras del Ministerio de Desarrollo Agropecuario indican que durante el año agrícola 2019-2020 unos 8 mil 973 productores en el territorio nacional sembraron 16 mil 631 hectáreas de café, en todas sus variedades, para una superficie cosechada de 14 mil 826, logrando un rendimiento de 13.9 quintales por hectárea.

La entidad gubernamental manifiesta que entre las limitaciones para la expansión del grano está la inaccesibilidad a las fincas, debido a las malas condiciones de los caminos de producción, falta de repoblación de plantaciones adultas por nuevos materiales resistentes a plagas y enfermedades, escasa mano de obra para la recolección del fruto, además de afectaciones a las plantaciones por la presencia del insecto de la broca del café en las tierras bajas.

El café Geisha solo está en reposo, no se ha enfriado.

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