"Muchas gracias por las amables palabras del presidente Xi sobre los aranceles y las barreras  automovilísticas... también, su iluminación sobre la propiedad intelectual y la transferencia de tecnología", escribió Trump al prometer "¡grandes progresos juntos!".

En un discurso solemne pronunciado horas antes, Xi Jinping se había comprometido a reducir "considerablemente" este año los aranceles chinos sobre las importaciones de automóviles y "otros productos".

"China no está tratando de lograr un excedente comercial", aseguró Xi, en un momento en que el inmenso déficit de Estados Unidos con respecto a China, que sumó 375.000 millones de dólares en 2017, es uno de los principales motivos de queja de Trump.

Ese tono conciliador y la promesa de una "nueva fase" de apertura de la economía china surgen luego de críticas de Trump sobre la política comercial "proteccionista" de Pekín.

El presidente estadounidense había amenazado con imponer aranceles por 150.000 millones de dólares, a lo cual China respondió con la eventual imposición de impuestos por 3.000 millones de dólares.

Este mismo martes, China denunció a Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por la decisión de la administración Trump de imponer aranceles al acero y al aluminio chinos.