México coloca sólo 2 de 14 campos petroleros ofertados en histórica licitación

Lanzamiento de la primera licitación de petróleo resultado de una reforma energética histórica que vuelve a abrir la industria a los inversores extranjeros, en la Ciudad de México el 15 de julio de 2015.
Lanzamiento de la primera licitación de petróleo resultado de una reforma energética histórica que vuelve a abrir la industria a los inversores extranjeros, en la Ciudad de México el 15 de julio de 2015. / AFP
Afp
15 de julio 2015 - 16:02

El gobierno mexicano colocó este miércoles sólo dos de los 14 campos petroleros ofertados en su primera licitación para compañías privadas nacionales y extranjeras en casi 80 años, un resultado menor al que esperaba.

El ejecutivo de Enrique Peña Nieto preveía entregar entre cuatro y siete de los 14 campos situados en aguas poco profundas del Golfo de México (este), valorados en unos 17.000 millones de dólares, pero finalmente hubo nueve bloques por los que incluso no se presentó ninguna oferta y en tres no se alcanzó el mínimo establecido por el gobierno.

Los únicos dos contratos concedidos los ganó un consorcio liderado por la firma mexicana Sierra Oil& Gas.

Gigantes como los estadounidenses ExxonMobil y Chevron o la británico-australiana BHP Billion decidieron finalmente no participar en esta subasta pública, la primera de las cinco licitaciones de la llamada Ronda Uno, que materializarán la controvertida reforma energética que abrió este sector nacionalizado en 1938 al sector privado.

"Esta primera licitación no tuvo el impulso que estábamos esperando (...) nos quedamos por abajo de la meta de 30%, pero debemos reconocer que es un arranque con paso firme", dijo al concluir la subasta el presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Juan Carlos Zepeda.

Firma mexicana encabeza los dos contratos

La subasta, que fue transmitida en directo por internet y televisoras, arrancó con una importante reducción de las empresas participantes.

De las 18 firmas petroleras individuales y siete consorcios que habían clasificado para participar, sólo nueve acabaron presentando ofertas.

El consorcio liderado por Sierra Oil& Gas, que integran la estadounidense Talos y la británica Premier Oil, es el que se llevó los dos únicos bloques entregados: el segundo, para la exploración y explotación de aceite ligero y gas en 195 km2 por la que ofreció una utilidad de 55,99% al Estado mexicano; y el séptimo, de 465 km2 de aceite ligero por el que pagará 68,99% de utilidades.

La noruega Statoil y la italiana ENI habían pujado por este último bloque en el que Sierra Oil& Gas ofreció un valor más elevado, mientras que la india ONGC Videsh Ltd pujó por los bloques 6 y 12, pero ofreció menos del mínimo establecido por el gobierno.

La estadounidense Murphy Worldwide tampoco alcanzó la oferta mínima que requería el gobierno para el bloque cuatro.

Difícil entorno mundial

"Es terrible. Yo creo que el problema ha sido definitivamente el precio del petróleo que está muy bajo", dijo a la AFP David Shields, director de la revista Energía a Debate.

Para el experto, la subasta coincidió con "la peor semana" del sector por los precios a la baja del crudo y el acuerdo nuclear iraní, que abre el camino a un levantamiento de las sanciones contra Irán y a una reanudación de las exportaciones de petróleo por parte de ese país, en un contexto de sobreoferta de crudo en el mercado.

"No podríamos juzgar por lo que es el primer capítulo. Ciertamente, la baja de los precios de petróleo ha hecho que las eficiencias y rentabilidad sean más estrechas", coincidió Juan Francisco Torres, miembro en México de la firma de abogados Hogan Lovells.

Para Daniel Sanchez, experto en energía en México y socio de la firma internacional White & Case, "ya se esperaba que hubiera muy poca atención de empresas grandes".

"Tal vez tienen interés en otros paquetes que vienen posteriormente en aguas profundas", señaló a la AFP.

En las siguientes rondas, México ofrecerá contratos para la exploración y explotación de hidrocarburos en aguas profundas, en yacimientos no convencionales y en tierra.

Los 11 bloques que quedaron desiertos serán retenidos por el Estado mexicano y podrán incorporarse en futuras rondas de licitación.

Pemex, la compañía estatal hasta ahora monopolística en México, no participó en esta primera licitación principalmente por la caída de sus ingresos tras el desplome de los precios petroleros.

La jornada fue el punto culminante de la reforma energética, promulgada en 2014 por el presidente Enrique Peña Nieto para abrir el sector petrolero a las compañías privadas por primera vez desde la nacionalización.

La reforma ha sido la medida económica estrella de Peña Nieto, que espera que la entrada de compañías privadas aporte inversiones para reflotar la decaída producción petrolera mexicana.

La producción de la estatal Pemex, que genera un tercio de los ingresos del presupuesto público mexicano, ha declinado desde su tope de 3,4 millones de barriles diarios de 2004 a 2,3 millones del primer trimestre de 2015.

La apertura del sector petrolero fue férreamente resistida por la izquierda mexicana, que lo considera un símbolo de la soberanía nacional.

Tras las adjudicaciones del miércoles, Sierra Oil& Gas deberá mostrar sus garantías financieras en un plazo de 48 horas y los contratos deberán firmarse antes del 21 de agosto.

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