Uber asegura que no es una empresa de transporte ante las críticas en Uruguay
Uber, la compañía estadounidense que proporciona una red de transporte a los ciudadanos a través de una aplicación móvil, aseguró hoy, en pleno proceso de implantación en Montevideo, que no es una empresa de transporte, sino de tecnología, tras las críticas recibidas por diversos gremios del sector.
"No es una empresa de taxis ni de taxis inteligentes, es una empresa de tecnología. Funciona como un intermediario. Lo que hace es conectar oferta y demanda", explicó la gerente de comunicación de Uber en el Cono Sur, Soledad Lago.
En declaraciones a Radio Espectador, la portavoz especificó que se trata de poner en contacto a una persona que quiere ser trasladada con otra que puede brindar un servicio de traslado.
"Y eso es todo. No somos transporte público. Somos un contrato entre privados, eso es lo que facilitamos. Y eso es un poco lo que a veces cuesta hacer entender cuando recién estamos hablando de que vamos a llegar a una ciudad", añadió.
Uber, que tiene previsto iniciar sus operaciones en Uruguay en las próximas dos o tres semanas, recibió en tres días unas 2.500 solicitudes en su oferta de aglutinar chóferes en la capital del país, que fue publicada en su perfil en la red social Twitter la semana pasada.
Al respecto, la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte de Uruguay dijo estar en "estado de alerta" por la implantación del servicio, según explicó a Efe el presidente de la gremial, Juan Facio, quien aseguró que en su sector preocupan los detalles sobre cómo entrará en el mercado y si eso afectará a los puestos formales de trabajo.
En este sentido, el secretario general del sindicato del taxi, Carlos Silva, señaló que temen que la implantación del modelo de negocio de Uber produzca una "desregulación" en el sector del taxi que implique un empeoramiento de las "condiciones de trabajo" tanto "salariales" como en el apartado de los "beneficios sociales".
"Son las resistencias habituales que enfrentamos cada vez que llegamos a una ciudad. Y es lógico", argumentó Lago, para insistir en que hay que entender que Uber "no es una empresa de transporte" y reconoció que se suele dar un periodo de ajuste en lo que tiene que ver sobre todo con la regulación.
"La ausencia de una regulación adaptada no implica ilegalidad. Justamente nos enfrentamos a leyes que están por detrás en el tiempo de lo que la tecnología está proponiendo o permitiendo", matizó.
Es así que prevén conversaciones con autoridades locales.
"Estamos convencidos de que si se abre la puerta al diálogo podemos encontrar las soluciones mejores", confesó.
El gobernador de Montevideo, Daniel Martínez, señaló recientemente que el tema todavía no ha sido evaluado pero mostró ciertas reticencias ante el comienzo de la actividad de Uber.
Por otro lado, Lago fue consultada por el coste de viajar en un automóvil amparado por Uber.
"Todavía no tenemos una tarifa definida, pero en líneas generales, el servicio que vamos a lanzar es Uber X, la alternativa más económica, que suele tener una tarifa que está entre el 10 y el 20 % más económica que la tarifa de un taxi", señaló.
La empresa se encuentra ahora formando a los candidatos a funcionar en Montevideo en el uso de la aplicación tecnológica y para darles recomendaciones a la hora de dar un buen servicio, como el ofrecer refrescos, la elección de la sintonía de la radio o la adecuación del aire acondicionado.
La firma, que funciona en más de 300 ciudades de unos 60 países, ha tenido que enfrentarse a diversos contenciosos judiciales por su modelo de negocio en naciones como India, España e Italia.
El último capítulo se dio hoy, después de que el Tribunal Supremo de Delhi sentenciara a cadena perpetua a un conductor de la compañía en la India por la violación de una pasajera de 25 años en su vehículo en diciembre de 2014.