Las rivalidades en la Opep y el recorte en la oferta de petróleo
Las rivalidades en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) persistían hoy en las negociaciones sobre un recorte de la oferta de crudo que el grupo pretende sancionar mañana en Viena, lo que ha sembrado el escepticismo en los mercados del "oro negro".
"Algo tendrán que hacer el miércoles, quizás al final (si no se ponen de acuerdo) se limiten a fijar un tope total de producción", sin especificar cuánto retira cada socio del mercado, comentó a Efe en Viena Ehsan Ul-Haq, analista jefe de la consultora británica KBC Energy Economics.
El experto estima que si se logra un pacto con techos individuales de producción, los precios del crudo pueden estabilizarse a más de 50 dólares por barril, pero volverán a caer si no queda claro cuál es el compromiso de cada socio, ya que sería difícil que el mercado se lo tome en serio.
En principio, la 171ª conferencia ministerial de la OPEP, la segunda reunión regular del año, debería ratificar un preacuerdo alcanzado en septiembre para limitar la producción conjunta entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios (mbd) a partir de enero próximo, lo que supondría una rebaja de entre 0,64 y 1,14 mbd respecto al nivel de octubre.
Desde entonces los socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han mantenido intensas consultas para acercar sus distantes posiciones sobre la cuestión clave de determinar los volúmenes que reduce cada uno, sin aparentes logros hasta último momento de este martes.
Arabia Saudí aceptaría que Libia y Nigeria queden exentos del compromiso para que puedan recuperar la producción perdida a causa de sus violentos conflictos internos, pero no se muestra dispuesta a conceder algo similar a Irán e Irak, como éstos exigen.
Teherán argumenta que su industria petrolífera se vio perjudicada por años de sanciones internacionales y no puede prescindir de un solo barril hasta que no vuelva a los casi 4 mbd que producía antes del embargo.
"No", confirmó hoy su postura el ministro iraní de Petróleo, Bijan Namdar Zangeneh, al responder a la pregunta de si su país podría aceptar una reducción nacional.
El ministro sostiene que los países (principalmente Arabia Saudí) que han incrementado sus suministros en los últimos años, en parte a costa de la ausencia de los barriles de otros miembros, son los que ahora deben limitar la oferta.
"Naturalmente, se exige a esos países que lleven una carga mayor en los recortes de la producción y que sean más sensibles en sus responsabilidades a este respecto", dijo Zangeneh, citado hoy por Shana, la agencia oficial de su ministerio.
Irak, por su parte, ha argumentado que necesita todos los "petrodólares" posibles para financiar la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico, y, en especial, para la campaña para liberar a la ciudad de Mosul.
Así las cosas, el pulso está entre los tres mayores productores del grupo -Arabia Saudí, Irak e Irán-, tradicionales rivales eternamente enfrentados.
No obstante, Zangeneh considera posible lograr un acuerdo, siempre y cuando quede fuera de las negociaciones cualquier motivación de índole política, informó Shana.
También su homólogo iraquí, Yabar al Luaibi, ha expresado "optimismo" sobre "un acuerdo aceptable para todos".
"Las conversaciones progresan en la vía correcta", dijo por su parte el titular argelino, Nuereddín Butarfa, al llegar hoy a la capital austríaca desde Moscú, adonde viajó el lunes acompañado del ministro venezolano, Eulogio del Pino, para hablar con las autoridades rusas de la estrategia de la OPEP.
"Es tan necesario que los países de la OPEP actúen como que lo hagan también los países no-OPEP", explicó ayer Del Pino en Argel, en alusión a la espectativa de la organización de que sus principales rivales, en primer lugar Rusia, también limiten su oferta petrolera para apuntalar los precios.
Para el ministro emiratí de Energía, Suhail Mohamed al Mazrouei, el principal objetivo de una limitación de los suministros de "oro negro" sería impulsar las inversiones en el sector.
El objetivo es "acelerar" el proceso de reequilibrio del mercado, donde los precios han caído por un exceso de oferta, afirmó.