Las sepias tienen capacidad de autocontrol
Las sepias son capaces de esperar hasta más de dos minutos para obtener un mejor alimento, antes que ceder a la tentación de comerse lo primero que encuentran, una facultad detectada en muy pocas especies, según un estudio publicado el miércoles.
Hasta ahora, solo los chimpancés, los cuervos y los loros eran conocidos por superar "la prueba del malvavisco", empleada en un principio con niños.
Se trata de determinar la capacidad de no precipitarse sobre una recompensa alimentaria, sabiendo que se obtendrá algo mejor más tarde.
Un grupo de científicos sometió esta prueba a seis sepias adultas con el fin de conocer su capacidad de autocontrol y también de aprendizaje.
Tras determinar sus preferencias, les entrenaron primero a elegir, según el estudio publicado en la revista científica británica Proceedings of the Royal Society B.
Cada sepia podía elegir entre dos alimentos colocados en sendos compartimentos: en uno, había un trozo de gamba cruda, que les gustaba menos pero que estaba disponible inmediatamente, y en el otro, había una pequeña gamba viva, del género Palaemonetes, accesible después.
Las sepias esperaron entre 50 y 130 segundos para satisfacer su apetito.
El estudio midió también su capacidad de aprendizaje en condiciones cambiantes.
Cada sepia podía elegir entre nadar hacia una baliza gris y otra blanca, pero solo una de ellas generaba una recompensa (una gamba).
"Una vez que la sepia aprendió a asociar un color con una recompensa, invertimos las reglas: la sepia debía nadar hacia el otro color para obtener la gamba", explica a la AFP la principal autora del estudio, la doctora Alexandra K. Schnell, del departamento de Psicología de la Universidad de Cambridge.
Su equipo constató que las sepias que aprendían más rápido a asociar un color con una recompensa eran también las que podían esperar más tiempo para obtener su comida preferida en el otro test.
Esta capacidad de autocontrol podría explicarse en el caso de las sepias por la necesidad de camuflarse para sobrevivir y de esperar el mejor momento para cazar, un momento de alto riesgo, puesto que pueden ser devoradas por muchos depredadores, según el estudio.