Bruce Willis y el contrato que abrió la era de los salarios millonarios en Hollywood

El precedente marcado por Willis sirvió como referencia para otros actores de primera línea.

Bruce Willis / AFP

El cine de los años noventa vivió un antes y un después con el estreno de Sexto Sentido, la cinta de M. Night Shyamalan que no solo sorprendió al público con su giro final, sino que también cambió las reglas del negocio.

Su protagonista, Bruce Willis, se convirtió en el primer actor de la historia en recibir 100 millones de dólares por una película, un acuerdo que marcó un hito en la industria.

Según Far Out, este contrato sin precedentes abrió la puerta a una nueva era en la que las grandes estrellas de cine comenzaron a negociar cifras astronómicas, mientras otros trabajadores del sector continuaban percibiendo salarios muy por debajo de esos estándares.

El argumento de la película, centrado en un psicólogo infantil que trata a un niño con la capacidad de ver muertos, impactó al público y dejó frases memorables como “Veo muertos”, que pasó a formar parte de la cultura popular.

El éxito comercial fue inmediato: la cinta recaudó más de 672 millones de dólares en todo el mundo, consolidando a Willis como una de las figuras más rentables de la década. De acuerdo con Far Out, esta recaudación permitió al actor negociar un contrato de 100 millones de dólares, estableciendo un récord absoluto en el negocio cinematográfico.

Durante la década de los noventa, Hollywood se transformó con la llegada de nuevos directores, avances en efectos visuales y el auge de producciones que arrasaban en taquilla. Títulos como Titanic o Pulp Fiction demostraron que el éxito podía lograrse tanto con superproducciones multimillonarias como con proyectos más arriesgados.

Sin embargo, la bonanza no se distribuyó de manera equitativa. Mientras intérpretes como Bruce Willis alcanzaban acuerdos históricos, técnicos, guionistas y especialistas en efectos visuales continuaban recibiendo sueldos considerablemente bajos. Como señaló Far Out, la brecha salarial se consolidó en esa época y se ha ido ampliando con los años.

El precedente marcado por Willis sirvió como referencia para otros actores de primera línea. Far Out destaca los casos de Keanu Reeves en Matrix Reloaded y Tom Cruise en Misión: Imposible 2, quienes también lograron cifras extraordinarias.

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Con la llegada del streaming, esta tendencia se fortaleció. Actores como Chris Pratt y Millie Bobby Brown han negociado contratos millonarios con plataformas como Netflix, mientras que Robert Downey Jr. se encuentra en conversaciones para recibir 100 millones de dólares por una próxima producción, según Far Out.

Aunque estos acuerdos consolidaron a las estrellas como piezas centrales del negocio, también generaron debates. Far Out advierte que el incremento en los sueldos de los protagonistas no siempre ha significado un aumento en la calidad de las películas. Algunas producciones de escaso reconocimiento artístico han sido vehículos para ingresos millonarios de intérpretes cuya pasión por el cine ha sido cuestionada.

Este fenómeno ha alimentado un clima de descontento dentro de la industria y ha reforzado los reclamos por una distribución más justa de los ingresos en el entretenimiento.

El récord alcanzado por Bruce Willis en Sexto Sentido fue mucho más que un logro personal: representó un punto de inflexión en Hollywood, redefiniendo el poder de negociación de los actores y transformando la manera en que los estudios conciben los contratos.

Hoy, el caso de Willis sigue siendo un símbolo de la transformación del cine en los años noventa, recordando que los grandes éxitos no solo se miden en taquilla, sino también en su capacidad para cambiar estructuras profundamente establecidas en la industria.

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