Dragon Ball: Vegeta revela que su mayor temor no es Freezer ni Cell ¿Quién es?
La nueva entrega de la franquicia, Dragon Ball Daima, continúa sorprendiendo a los seguidores con giros inesperados en sus personajes más icónicos.
Uno de los momentos más comentados llegó en el episodio 10, donde el príncipe de los Saiyans, Vegeta, dejó al descubierto un lado jamás visto: su mayor miedo no es Freezer, Cell ni ningún otro villano de la saga, sino su propia esposa, Bulma.
En la batalla final contra Gomah, Vegeta alcanzó por primera vez la transformación en Super Saiyan 3, un hito largamente esperado por los fanáticos. Sin embargo, el clímax de la escena no llegó con un ataque devastador, sino con un giro inesperado: Vegeta se retiró del combate tras recibir un ultimátum de Bulma, quien le advirtió que dejaría de bañarse con él si no abandonaba la pelea.
Este momento, cargado de humor y sorpresa, se convirtió rápidamente en uno de los más comentados de la serie. No solo por mostrar la nueva transformación del personaje, sino porque reveló que, más allá de su orgullo y ferocidad en batalla, Vegeta es vulnerable cuando se trata de su relación con Bulma.
A lo largo de la historia de Dragon Ball, Vegeta ha demostrado no temer a nada ni a nadie. Desde sus enfrentamientos contra Freezer hasta su lucha contra Cell, siempre se presentó como un guerrero dispuesto a arriesgar su vida sin vacilar. Sin embargo, esta escena en Daima dejó en claro que su vínculo con Bulma es el único capaz de ponerlo contra las cuerdas.
La serie ya había insinuado esta dinámica en ocasiones anteriores. En Dragon Ball Super, por ejemplo, Vegeta explotó de furia cuando Bills, el Dios de la Destrucción, dejó inconsciente a Bulma. Estos momentos consolidan la idea de que el personaje, pese a su fachada de luchador implacable, guarda un profundo apego por su familia.
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El episodio 19 de Dragon Ball Daima volvió a reforzar este concepto, mostrando que la relación con Bulma es el verdadero talón de Aquiles del príncipe de los Saiyans.
La vulnerabilidad de Vegeta ante Bulma contrasta con la actitud de Goku, quien prioriza el entrenamiento y la superación personal por encima de sus relaciones. En cambio, Vegeta, aunque orgulloso y distante, ha mostrado que su familia es lo único que puede hacer tambalear su voluntad de guerrero.
La revelación generó un intenso debate entre los fanáticos, que celebraron la humanización del personaje y la manera en que Dragon Ball Daima profundiza en la relación entre Vegeta y Bulma. Para muchos, este enfoque aporta frescura a la franquicia y ofrece una visión más completa de los Saiyans más allá de la lucha.
El futuro de Dragon Ball Daima aún plantea dudas, especialmente sobre si será considerada parte oficial del canon de la saga. Contradicciones narrativas, como las diferentes versiones sobre la destrucción del planeta Vegeta, ya sea por Freezer o por órdenes de Bills, mantienen en vilo a los seguidores.
Pese a estas discusiones, la serie ha logrado cumplir un anhelo de años: ver a Vegeta en modo Super Saiyan 3, al tiempo que explora una nueva faceta de su carácter.
Más allá de las batallas y las transformaciones, Dragon Ball Daima deja claro que el mayor temor de Vegeta no está en los campos de batalla, sino en su intimidad: la posibilidad de perder la cercanía con Bulma.
Ese detalle, tan simple como revelador, marca un antes y un después en la representación del príncipe de los Saiyans y reafirma que, incluso los guerreros más poderosos, guardan sus propias debilidades emocionales.