Las fantasías de Fellini en tinta y papel se exponen en Roma
Un "tesoro" de 41 dibujos, inéditos algunos, en los que Federico Fellini ideó el maquillaje que quería que llevaran los personajes de sus películas se exponen en Roma, después de ser descubiertos por el hijo de Rino Carboni, el maquillador con el que el cineasta trabajó durante dos décadas.
Dibujante en diversos periódicos mucho antes que director de cine, Fellini inmortalizaba en papel los peinados y el maquillaje que quería que llevasen por ejemplo los protagonistas de cintas como "Satiricón" (1969), o retrató a una sensual e ingenua Gradisca en "Amarcord" (1973), papel que fue interpretado por la actriz francesa Magali Noël.
Tampoco dudó en representar con un símbolo fálico en otro folio al doctor Katzone, el conquistador de 10.000 mujeres, que imaginó para la "La ciudad de las mujeres".
"Hay diferentes tipos de hojas, lo que significa que no tenía un cuaderno. Si estaba en un restaurante e imaginaba a un personaje, ahí mismo lo diseñaba", contó en una entrevista a Efe Alessandro Scannella, director de la galería Ars Perpetua, donde se exponen las ilustraciones.
Fellini elaboraba estas fantásticas visiones en cualquier lugar y momento y luego se las entregaba a Carboni, el maquillador que permaneció a su lado durante veinte años, para que hiciera real la imaginación del genio de la gran pantalla. Una relación que era de perfecta "simbiosis", señala Scannella.
Tal es así que llegó un momento, recuerda Scannella, en el que el guionista y cineasta se limitó a escribir lo que quería, "tú prostituta, tú payaso", sin necesidad de dibujar nada, y Carboni sabía exactamente lo que tenía que hacer.
Carboni aprendió bien y fue capaz de satisfacer perfectamente las necesidades de Fellini, pero tuvo indicaciones, pues el director de "La Dolce Vita" no dudó en distintas ocasiones en marcar reiteradamente su nombre, "Rino Rino Rino", en las cartulinas si quería llamar su atención sobre algún efecto en particular.
Una caricatura del actor Roberto Benigni realizada entre 1982 y 1983, tiempo antes de que se hiciese con el Óscar por "La vida es bella", es una de las piezas más significativas de la exposición. El satírico italiano puso el acento en la nariz del humorista, como si fuera un "pinocho", y le pintó también unos gruesos labios de rojo.
Una pieza única que ahora está a la venta y que tiene un precio de salida de 30.000 euros. Genio y figura, cuando Fellini era preguntado por qué dibujaba a los personajes de sus películas, le gustaba interpelarse a sí mismo primero y responder después.
"¿Qué por qué tomo notas gráficas de caras, narices, bigotes, lazos, bolsos o maneras de cruzar las piernas en las personas? Es mi modo de empezar a hablar de forma encubierta con la película, ver de qué tipo es, si hay que arreglar algo, aunque sea cosa minúscula, al límite de la insignificancia", explicaba.
Los dibujos de Fellini fueron conservados por Rino Carboni y su hijo, también llamado Rino Carboni, lo sabía, pero desconocía la gran cantidad de documentos que tenía su padre, que como profesional también se puso a las órdenes de Pier Paolo Passolini, Luchino Visconti o Sergio Leone.
Fue en una mudanza cuando Rino Carboni hijo descubrió que el número de dibujos era casi el doble del que se imaginaba y que alcanzaba casi el centenar.
El hijo de Carboni habló de estas ilustraciones a Scannella, amigo suyo, y fue el galerista quien le animó a mostrárselas al público.
"(Fellini) Era un genio, tenía una visión del cine que ya no existe, se acabó", alaba Scannella. La muestra se inauguró esta semana y estará abierta al público al menos tres meses. Después, el galerista se plantea llevarla a otros países de Europa y América, como España o Argentina.