Post Sorteo De La FIFA
En vivo
Su hija extramatrimonial, Etta Ng Chok Lam, nacida en enero de 1999, ha vivido una realidad marcada por la pobreza, el abandono emocional y la ausencia de uno de los actores más ricos del mundo. Mientras el rostro de Rush Hour recaudaba millones en taquilla, su propia hija enfrentaba la indigencia y el rechazo tanto de él como de su madre.
Etta es fruto de una relación fugaz entre Jackie Chan y Elaine Ng Yi-Lei, ex Miss Asia 1990. En ese momento, el actor ya estaba casado con la actriz taiwanesa Joan Lin, madre de su hijo Jaycee Chan. Cuando el escándalo salió a la luz, Chan dio una declaración que hoy, décadas después, resuena como una cruel ironía: “Cometí un error que cualquier hombre en el mundo pudo haber cometido. La noticia de mi aventura que acabó con el nacimiento de una niña estalló como una bomba. Quería llamar a Joan, pero no sabía qué decirle. No iba a ser capaz de explicárselo”, confesó entonces.
Te puede interesar: Florinda Meza comparte poemas inéditos de Chespirito y desata ola de burlas en redes
Aunque el actor aseguró públicamente que se responsabilizaría por su hija, la realidad fue otra. Elaine desmintió esa versión con contundencia: “Crié a Etta sola”, afirmó, asegurando que Chan nunca se hizo cargo económicamente ni mostró el más mínimo interés en conocerla.
El supuesto compromiso paternal quedó reducido a palabras vacías. Mientras Jackie Chan cultivaba una imagen de hombre de familia ejemplar, su hija crecía en la periferia del sistema, sin apoyo ni contención, enfrentando una adolescencia compleja y una adultez marcada por la precariedad.
En 2018, Etta rompió el silencio. A través de un video publicado en YouTube, reveló que estaba viviendo en situación de calle junto a su pareja, la influencer canadiense Andi Autumn: “Hola, soy hija de Jackie Chan y esta es mi novia Andi. Llevamos un mes sin hogar a causa de padres homofóbicos. Nadie nos ayuda. Hacemos este video porque no sabemos qué otra cosa hacer en este momento. Nuestro amor es más fuerte que esto, pero nos estamos cansando. Nadie que conozcamos, ni familiares, ni amigos, ni el gobierno nos ayudará”, expresó la joven, visiblemente angustiada.
Lejos de expresar empatía, su madre reaccionó con dureza. Elaine Ng culpó a su hija por no ser autosuficiente y la instó a dejar de usar el apellido Chan como salvavidas: “Si no tienen dinero, deberían buscar trabajo. No deberían publicar un video diciendo que están sin dinero y diciendo quién es su padre. La gente trabaja duramente en todo el mundo sin servirse de la fama de otra persona para adquirir dinero”, declaró, además de señalar a Andi como una “influencia negativa” en la vida de Etta.
Te puede interesar: Cazzu rompe récord global en YouTube y destrona a Lady Gaga con canción llena de indirectas
A pesar de todo, Etta y Andi decidieron seguir adelante y se casaron poco después, en lo que muchos interpretaron como un gesto de resistencia frente a las adversidades. Sin embargo, la exposición mediática no trajo soluciones. La joven fue vista en refugios y solicitando ayuda, confirmando el desamparo en el que vivía.
En una entrevista posterior, Etta expresó con claridad la grieta emocional que la separa de su padre: “Jackie Chan es mi padre biológico, pero nunca ha estado presente. Nunca lo llamaría ‘papá’”, sentenció, dejando en evidencia una herida que el tiempo no ha cerrado.
El distanciamiento también se profundizó con su madre. Elaine aseguró que su hija abandonó la terapia psicológica tras mudarse de Hong Kong, y que presenta problemas emocionales. Por su parte, Jackie Chan nunca se ha pronunciado directamente sobre su hija, ni siquiera en su autobiografía Never Grow Up, donde ignora por completo su existencia y se enfoca únicamente en las repercusiones de la infidelidad en su matrimonio.
Etta, hoy de 26 años, es el reflejo de una contradicción brutal: mientras su padre es embajador de causas nobles y ejemplo de superación para millones, ella ha tenido que sobrevivir en los márgenes, ignorada por el hombre que la trajo al mundo.