La Mostra de Venecia, una vitrina hacia el Óscar
La Mostra de Venecia, que este año seleccionó seis filmes estadounidenses para la competición, cumplió con su objetivo de convertir el certamen en la mejor vitrina internacional para ganar el Óscar, asegura en una entrevista a la AFP, su director Alberto Barbera.
"Era el objetivo que nos propusimos hace cinco años, al inicio de mi mandato: intentar restituir a Venecia la posición que había tenido siempre a nivel internacional, como cita imperdible", explicó Barbera.
La actual edición que concluirá el sábado, tras diez días marcados por películas muy diferentes y una fuerte presencia también de cine de América Latina, fue inaugurada con la última y esperadísima cinta del joven talentoso estadounidense Damien Chazelle, "La La Land", que promete ser uno de los directores más interesantes de los próximos años.
El musical, protagonizado por Emma Stone y Ryan Gosling, encandiló a la crítica y se sitúa como una de las grandes favoritas de este año.
"Para los estadounidenses, Venecia se ha convertido en el inicio de la carrera a los Óscares", admite satisfecho Barbera, crítico de cine, quien ha sido ratificado en su cargo por cuatro años más.
"Lo logramos con años de inversión, trabajo y un poco de suerte", sostiene el director artístico, quien invitó este año para presidir el jurado al cineasta británico Sam Mendes, cuya ópera prima, American Beauty (1999), fue galardonada con el Óscar por la dirección.
"Que en los últimos tres años, tres filmes que se estrenaron en Venecia hayan ganado el Óscar nos ha ayudado mucho, naturalmente", admite.
Hollywood concursa en esta edición además con "Nocturn Animals", la segunda obra del modisto texano Tom Ford, y con la historia de amor en un desierto lleno de caníbales "The Bad Batch" de Ana Lily Amirpour, presentada este martes.
También compite Terrence Malick con un documental sobre el origen del mundo, la película sobre los guardianes que crían a un niño náufrago "The Light Between Oceans" de Derek Cianfrance, y "Arrival", una historia de ciencia ficción del canadiense Denis Villeneuve, con la actriz Amy Adams en estado de gracia.
A la espera el miércoles de Jackie, en la que el chileno Pablo Larraín retrata a Jackie Kennedy, que podría entrar también en la carrera a los Óscares por ser una coproducción con Estados Unidos, rodada en inglés y protagonizada por Natalie Portman, el desfile de estrellas por el Lido veneciano no ha faltado.
Desde la pareja de Michael Fassbender y Alicia Vikander, que se mostraron en público por primera vez, pasando por Mel Gibson, Jude Law, James Franco, Robert Duvall, Sam Shepard, Selena Gomez, Jake Gyllenhall...
Cine de América Latina: de cantidad a calidad
Si el año pasado la presencia de dos filmes de América Latina en la competición oficial tras años de ausencia confirmaba el buen estado de salud del cine de esa región, la presencia de cuatro cintas dirigidas por latinoamericanos en la competición oficial representa de por sí un triunfo.
"Está sucediendo lo que habíamos previsto. En toda la región se innova, hay dinamismo. De invertir en cantidad se pasó a invertir en calidad", recalcó.
"No solo ocurre en países con gran tradición como Argentina y Brasil, sino también en otros sin una historia cinematográfica, donde hay directores de gran talento", explicó.
En efecto entre los invitados a competir en la sección oficial figura el debutante chileno Christopher Murray con el filme pasoliniano "El Cristo ciego", un descubrimiento de Barbera.
Interrogado sobre las numerosas películas presentadas este año sobre ritos y creencias, con temas más intimistas, el director de la Mostra considera que es parte de la naturaleza del artista.
"Mientras en los años pasados la tendencia de los directores era más explícita y directa sobre temas de actualidad, como migración, violencia social y guerra, este año se habla también de esos grandes temas pero en forma indirecta, con el filtro de una novela o de un género", explicó.
"Eso no está mal, porque el cine no es televisión, ni actualidad, ni reportaje. El cine es reflexionar sobre grandes temas, interrogarse sobre cuestiones de fondo a través de las cuales se puede entender mejor el presente y sirve para dar instrumentos conceptuales, intelectuales y culturales para enfrentar más preparados la realidad cotidiana tan dramática que hoy vivimos", concluyó.