Nicolas Cage rechazó ser la voz de Shrek ¿Por qué?
En 1995, DreamWorks daba sus primeros pasos para crear lo que se convertiría en una de las franquicias animadas más exitosas de todos los tiempos: Shrek.
El productor Jeffrey Katzenberg, amigo cercano de Nicolas Cage, imaginó al actor como la voz perfecta para el carismático ogro verde. Sin embargo, lo que parecía una oportunidad artística y comercial sin precedentes terminó con una inesperada negativa.
Años después, en 2013, Cage reveló en el programa Today de NBC que efectivamente había rechazado la propuesta. Cuando la presentadora Savannah Guthrie le preguntó si era cierto que había dicho “no” al papel, el actor no dudó: “Eso es cierto. Las noticias dijeron que era por vanidad, pero creo que es un poco exagerado. La verdad es que no me da miedo ser feo en una película. Cuando te dibujan, en cierto modo dice más sobre cómo te verán los niños que cualquier otra cosa, y eso me importa mucho”.
En ese momento, Cage era padre de un niño de casi cinco años. Su decisión, más que técnica o contractual, estuvo motivada por una preocupación genuina: la percepción que el público infantil tendría del personaje.
Shrek, basado en el libro homónimo de William Steig (1990), rompe con los estereotipos de los cuentos de hadas. En su primera aparición, el ogro es hosco, solitario y con un aspecto que podría intimidar a los más pequeños. Cage temía que esa primera impresión impidiera a los niños conectar emocionalmente con el personaje, algo que para él era esencial.
Años más tarde, el actor sí aceptó dar voz a un protagonista animado en The Croods (2013), donde interpretó a Grug, un cavernícola que describió así: “Quiero que los niños miren a Grug y piensen: ‘bueno, da un poco de miedo, pero es un gran oso de peluche’”.
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En comparación, Cage no estaba seguro de poder generar esa misma sensación de ternura con Shrek. En declaraciones a Daily Mail, reconoció cierta duda retrospectiva: “Estábamos hablando de Shrek y simplemente no quería parecerme a un ogro. Quizás debería haberlo hecho, mirando hacia atrás”.
Finalmente, la voz del famoso ogro recayó en el comediante canadiense Mike Myers, cuya interpretación marcó un antes y un después en el cine animado. El filme estrenado en 2001 recaudó más de 300 millones de libras esterlinas, originó secuelas, cortometrajes y un legado cultural que sigue vigente.
La historia de Nicolas Cage y Shrek es hoy una de las decisiones más curiosas de Hollywood. No fue un rechazo motivado por dinero o por falta de interés, sino una elección basada en sensibilidad y paternidad. Para Cage, el vínculo emocional entre un personaje animado y los niños era más importante que cualquier éxito de taquilla.