Polémica, pocas estrellas y realidad virtual en Cannes

La actriz británica Gwendoline Christie, la actriz estadounidense Elisabeth Moss, y la australiana Nicole Kidman, posan a su llegada a la presentación de la película "Top of the Lake: China Girl"
La actriz británica Gwendoline Christie, la actriz estadounidense Elisabeth Moss, y la australiana Nicole Kidman, posan a su llegada a la presentación de la película "Top of the Lake: China Girl" / EFE
Efe
23 de mayo 2017 - 06:46

El debate sobre el cine concebido para televisión marcó la primera parte del 70 Festival de Cannes que llega a su ecuador con pocas estrellas -Nicole Kidman, Clint Eastwood o Marion Cotillard-, películas sobre familias desalmadas y la realidad virtual de Alejandro González Iñárritu.

Una herramienta diferente que el realizador mexicano ha utilizado para denunciar el drama de la inmigración, que ha sido otro de los temas más tratados de las películas presentadas esta semana en una edición de Cannes en la que Eastwood y Dustin Hoffman pusieron la voz de la experiencia.

Eastwood mediante una "lección de cine" en la que habló desde la pobreza de su infancia a su llegada a la interpretación para conocer a chicas o su deseo de no intelectualizar demasiado las cosas, mientras que Hoffman utilizó el humor para reirse de sí mismo en la presentación de "The Meyerowitz Stories".

Hoffman y Emma Thompson brillan en este filme de Noah Baumbach que es una de las dos producciones de la plataforma Netflix -junto con "Okja", de Bong Jon Ho- que compiten por la Palma de Oro y que están en el origen de una polémica que se inició desde que se anunció la programación del festival.

Las protestas por la posibilidad de que dos películas concebidas para la pantalla pequeña compitan en Cannes llevaron incluso a Pedro Almodóvar a declarar el día de la apertura del festival que sería "una enorme paradoja" que el filme ganador de la Palma de Oro no sea estrenado en salas.

Opiniones a favor y en contra en un debate que ha llegado a Cannes pero que lleva tiempo sobrevolando el mundo del cine debido al brutal crecimiento de las producciones de ficción televisivas y al choque entre este sistema de distribución y el tradicional cinematográfico.

Pero más allá del debate, el cine es el protagonista del festival más importante del mundo, algo aún más evidente en una edición en la que hasta el momento ha habido menos estrellas de lo habitual.

Marion Cotillard y Charlotte Gainsbourg inauguraron en clave de glamour francés un festival marcado además por las fuertes medidas de seguridad que provocan filas interminables para acceder a cualquiera de las instalaciones, lo que ha retrasado en varias ocasiones el comienzo de las proyecciones.

Lo que no impide a los fans la búsqueda de fotos o autógrafos de sus intérpretes preferidos, entre los que han estado Nicole Kidman -omnipresente en este festival, con tres películas y una serie de televisión-, Julianne Moore, Elle Fanning, Jake Gyllenhaal, Lily Collins o Tilda Swinton.

Además de Arnold Schwarzenegger, con el documental "Wonders of the sea 3D", al que presta su voz, o el ex vicepresidente estadounidense Al Gore, que continúa con su combate contra el cambio climático en "An Inconvenient Sequel: Truth to Power" ("Una verdad muy incómoda. Ahora o nunca"), secuela de un trabajo estrenado también en Cannes en 2006.

Y más documentales, como el del francés Claude Lanzmann, autor de la aclamada "Shoah", que llegó a Cannes a sus 91 años con "Napalm"; el del israelí Amos Gitai, que regresa a Cishordania en "Field Diary", o el de la actriz Vanessa Redgrave, que se ha estrenado como realizadora con "Sea of Sorrow", sobre el drama de los inmigrantes en Calais (Francia).

También la inmigración es el centro del proyecto "Carne y arena" de Iñárritu y Emmanuel Lubezki, que han estrenado en Cannes una instalación en la que el espectador se introduce mediante la realidad virtual en una dramática escena en la frontera entre México y Estados Unidos.

Un problema, el de la inmigración, presente además en varias de las películas a competición, como "Jupiter's Moon", una alegoría del húngaro Kornél Mundruczó en la que un inmigrante puede volar y que ha sido alabada por la crítica más dura y abucheada en una de sus proyecciones.

O en "Happy End", de Michael Haneke, que lo muestra como telón de fondo de una fría historia familiar de maldad.

El núcleo familiar en una sociedad fracasada ha servido para terribles historias, como "Nelyubov", del ruso Andrey Zvyagintsev, o "The Killing of a Sacred Deer", del griego Yorgos Lanthimos, dos de las que más han gustado hasta el momento.

Y fuera de la competición principal, buena acogida, en la sección Una cierta mirada, para "Las hijas de abril", del mexicano Michel Franco, con una destacada actuación de la española Emma Suárez, y para la chilena "Los perros", de Marcela Said, presentada en la Semana de la Crítica.

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