Conoce Turquía, la tierra del sultán otomano
Estambul es la mayor ciudad de Turquía, y la ciudad más poblada de Europa, con 14 millones de habitantes. Posee una de las historias más ricas, ya que se calcula que el primer asentamiento urbano es del año 700 A.C.
En el camino, Estambul, ha sido ciudad de los persas, bizancios y griegos, por lo que adquirió el nombre de “Constantinopla” y se convierte en la capital del Imperio romano.
A mitad del siglo XV se vuelve la capital del imperio otomano, esto marca el fin de la edad media, un imperio que dura más de 500 años. Cabe resaltar que la Dinastía osmanlí, también llamada la Casa de Osmán (nombre del que deriva la palabra otomano), rigió el Imperio turco desde 1281 hasta 1923, comenzando con el sultán Osmán I.
A través de los siglos fue dominada por muchos otros imperios, y fue transformándose en lo religioso y cultural.
La Cisterna Basílica
Uno de los lugares más icónicos para visitar en Turquía es la Cisterna Basílica, un depósito de agua traída por un acueducto de casi mil años.
Es un sitio muy visitado donde se ven una de las transformaciones, y es que adorar a los dioses griegos se convirtió en un pecado y los templos fueron destruidos.
Las columnas fueron derribadas y fueron reutilizadas en la construcción de la nueva cisterna.
Santa Sofía
Santa Sofía es el mejor ejemplo de lo que ha ocurrido en Estambul en los últimos 1,500 años.
Fue construida inicialmente como una iglesia, luego pasó a ser una iglesia ortodoxa, luego iglesia católica y nuevamente se convirtió en iglesia ortodoxa, después una mezquita y finalmente es un museo.
Sofía quiere decir “de la sabiduría”, al principio el lugar era de adoración a los dioses griegos. Y sobre él se construyó la que fue la basílica más grande del mundo, sirviendo de iglesia para los cristianos.
Con la división se convirtió en el centro de los cristianos ortodoxos, siendo la sede del patriarca, algo así como la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
Con la caída de Constantinopla, la ciudad se vuelve al islam y todas las imágenes de vírgenes y ángeles fueron tapadas por versículos del Corán, convirtiéndose en una mezquita.
Estambul es la ciudad con más mezquitas en el mundo. La persona encargada del canto en cada mezquita hace pausas para no sobreponerse al canto de las demás mezquitas.
Esto ocurre cinco veces al día: al salir el sol, al mediodía, a media tarde, al caer el sol y entrada la noche.
En ese momento las mezquitas cierran para los turistas e ingresan los que van a rezar. Antes de ingresar al lugar para los rituales se lavan las manos y pies.
Cuando terminan, vuelven a ingresar los turistas, quienes sin excepciones deben quitarse los zapatos para ingresar al templo.
No se puede entrar en pantalón corto o minifalda, está prohibido besarse y las mujeres deben entrar con la cabeza cubierta con una pashmina.
Esta semana podrá ver durante la edición estelar especiales sobre Turquía, cuna de culturas e historias.
Con información de Eduardo Lim Yueng