Experto del Vaticano asesora en restauración de una icónica iglesia panameña
El director de la oficina que se encarga de restaurar los mosaicos de la Basílica de San Pedro del Vaticano, Paolo Di Buono, se encuentra en Panamá para aconsejar y colaborar en la restauración de uno de los templos más icónicos del casco antiguo de la capital, la Iglesia de San Francisco de Asís.
El mosaico del retablo mayor de la iglesia "presenta los daños típicos del abandono. Como no había cristales, el agua de la lluvia se colaba por las ventanas (...) Pero, en realidad, para todo lo que ha sufrido, el mosaico ha resistido bastante", explicó a periodistas el especialista italiano, que se quedará en Panamá solo unas semanas.
El Estudio del Mosaico, que depende del mismo Vaticano y dirige Di Buono, se encarga de darle mantenimiento y de restaurar los 10.000 metros cuadrados de mosaico que hay en la archiconocida Basílica de San Pedro. También visita y asesora iglesias de todo el mundo que están siendo restauradas.
El mosaico panameño, que tiene más de cien años, está dedicado a la Inmaculada Concepción. Para su restauración, explicó Di Buono, se están utilizando compresas impregnadas con bicarbonato de amonio y hojas de árboles.
La remodelación de la Iglesia San Francisco de Asís, una joya arquitectónica de estilo gótico colonial situada en la emblemática Plaza Bolívar, al lado del Ministerio de Relaciones Exteriores y frente al Teatro Nacional, se inició en el año 2013 y previsiblemente estará terminada a principios de noviembre.
El objetivo es que el templo sirva de escenario el próximo 3 de noviembre para el Te Déum de Estado, una liturgia de acción de gracias celebrada con motivo de las Fiestas Patrias de Panamá que se conmemora en esa fecha.
Construida en 1676 y reconstruida varias veces tras los incendios que arrasaron el centro histórico de la capital panameña en el siglo XVIII, la iglesia fue finalmente abandonada hace diez años.
"No sirve de nada gastarse dinero en la restauración si luego no le damos mantenimiento. La culpa (del abandono del templo) es compartida, es de la Iglesia, del Gobierno y de los propios ciudadanos", denunció el presidente del Comité de Amigos de las Iglesias del Casco Antiguo (CAICA), Ricardo Gago.
CAICA es una institución sin ánimo de lucro empeñada en la resurrección de los templos católicos del centro colonial de la capital panameña.
"Después del Canal de Panamá, lo más visitado es el casco histórico y, dentro de él, sus cinco iglesias. Da igual que sean o no religiosos, los turistas las visitan igualmente", apuntó Gago.
Las obras van a costar aproximadamente 4 millones de dólares, aportados por múltiples y variadas instituciones y personas comprometidas con la recuperación urbana del casco viejo y de sus edificios históricos.
El principal contribuyente es la empresa brasileña Odebrecht, estrechamente ligada a la modernización de Ciudad de Panamá y constructora, entre otras cosas, del suburbano de la capital y del paseo marítimo.
"Los trabajos de restauración tienen un avance del 70 %", dijo el ingeniero de Odebrecht y responsable de la obra, Abdiel Sanjur.
La Iglesia de San Francisco de Asís es la más grande del casco después de la catedral, que está en obras de remozamiento también a cargo de CAICA.