Expertos advierten de los daños por dormir con el pelo mojado

Lo que parece un gesto cotidiano e inofensivo podría estar arruinando su salud capilar sin que usted lo note. Dormir con el cabello mojado, una práctica frecuente entre quienes se duchan por la noche, no solo debilita la fibra capilar, sino que crea un ambiente perfecto para la aparición de hongos, picor, y caída irreversible del cabello.

Así lo advierte el médico Samuel Choudhury, quien se ha hecho conocido en redes sociales por desmentir mitos y dar consejos prácticos de salud. En uno de sus videos más virales, aseguró sin rodeos: “El pelo mojado rompe los enlaces de hidrógeno, lo que lo hace más elástico y propenso a romperse”.

La fragilidad no se detiene ahí. El experto explicó que, al permanecer húmedo durante horas, el cabello se hincha, lo que lo hace aún más vulnerable. “Dormir sobre él en ese estado o incluso peinarlo mientras sigue mojado puede aumentar el riesgo de rotura”, añadió.

Pero el mayor peligro no se ve a simple vista. La humedad retenida en el cuero cabelludo durante la noche puede generar un entorno propicio para la proliferación de microorganismos, especialmente hongos.

“Lo que la mayoría de la gente no sabe es que dormir con el pelo mojado crea un entorno muy propicio para la proliferación de hongos”, advirtió Choudhury.

Y no se trata solo de una molestia pasajera. Según el especialista, este tipo de infecciones pueden provocar irritación, descamación y hasta dejar cicatrices que deriven en caída permanente del cabello si no se trata a tiempo.

La dermatóloga Noelle Sherber coincide con estas alertas. En entrevista con la revista Allure, explicó: “Las bacterias y los gérmenes proliferan en ambientes cálidos y húmedos”, lo que convierte a la almohada en una extensión del problema. Estos microorganismos pueden transferirse a las sábanas, manteniéndose activos noche tras noche.

Sherber menciona en particular la levadura Malassezia, presente de forma natural en el cuero cabelludo, pero que puede multiplicarse excesivamente en ambientes húmedos.

“Esta levadura suele acumularse en el cuero cabelludo y provocar una descamación que muchas veces se confunde con caspa”, afirmó. Además, puede causar brotes de granos con picazón en el rostro, el pecho y la parte superior de la espalda.

Afortunadamente, prevenir estos efectos no requiere cambios radicales. Según Choudhury, todo parte de adoptar una rutina de secado más consciente: “Se puede prevenir fácilmente con medidas sencillas”, asegura. Recomienda usar una toalla de microfibra durante 10 a 15 minutos para absorber el exceso de agua, seguida de un secado con aire frío o temperatura baja, evitando el calor excesivo.

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También sugiere no frotar el cabello con fuerza mientras está mojado, ya que esto agrava el daño estructural. Y aclara un mito extendido: “La única buena noticia es que el pelo mojado no aumenta el riesgo de enfermar”, explica.

Sin embargo, advierte con humor y seriedad: “Así que, aunque no cojas un resfriado, puede que te quedes calvo, y eso debería ser motivo suficiente para replantearte tu rutina después de la ducha”.

Según recomendaciones de la firma Schwarzkopf, una correcta higiene capilar comienza con agua tibia, un masaje suave con los dedos al aplicar el champú y un buen enjuague.

Luego, el acondicionador debe aplicarse de medios a puntas, dejándolo actuar antes de enjuagarlo. Esto facilita el desenredo, aporta suavidad y ayuda a sellar la cutícula.