La IA descifra el misterio: El lenguaje secreto de los gatos al fin revelado

Los gatos han sido considerados durante mucho tiempo como animales independientes y enigmáticos, pero un nuevo estudio sugiere que su mundo social es mucho más complejo de lo que imaginamos. Gracias a la inteligencia artificial, científicos han descubierto que los felinos imitan sutilmente las expresiones de sus compañeros, un comportamiento conocido como mimetismo facial rápido (RFM, por sus siglas en inglés). Este hallazgo desafía la creencia de que son insensibles a las emociones ajenas y abre la puerta a una nueva comprensión sobre su comportamiento.

En un experimento liderado por Brittany Florkiewicz, psicóloga evolutiva del Lyon College, y Anna Zamansky, científica informática de la Universidad de Haifa, los investigadores utilizaron un sistema de inteligencia artificial para analizar las expresiones faciales de los gatos con una precisión sin precedentes.

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El equipo estudió a un grupo de gatos en un café de Los Ángeles, donde grabaron sus interacciones durante horas. Luego, usaron una herramienta denominada CatFACS, que clasifica manualmente las expresiones faciales, y la combinaron con IA para detectar patrones en tiempo real.

El software identificó 26 movimientos faciales únicos a partir de 48 puntos de referencia en el rostro de los gatos. Al analizar estos datos, los científicos encontraron que en el 22% de las interacciones, los felinos reflejaban las expresiones de sus compañeros. Este reflejo, aunque sutil, como un ligero aplanamiento de las orejas o la elevación del labio superior, estaba vinculado a comportamientos amistosos en el 60% de los casos.

Según Florkiewicz, este mecanismo cumple una función clave en la comunicación felina: “La mímica facial les dice: ‘¿Mi compañero de juegos todavía se divierte? ¿Seguimos construyendo un vínculo social positivo?’”

Estos resultados sugieren que el RFM podría ser un precursor de la empatía en los gatos, un concepto generalmente asociado con especies más sociables como perros o primates.

Los gatos se comunican con una velocidad y sutileza que escapa al ojo humano. Zamansky explicó que, sin la ayuda de la inteligencia artificial, estos patrones de imitación habrían pasado desapercibidos incluso para los especialistas en comportamiento felino: “Las expresiones reflejadas entre los gatos son tan rápidas y discretas que resultan indetectables incluso para los observadores más entrenados”.

El impacto de esta tecnología no se limita a la investigación. En el futuro, los dueños de gatos podrían utilizar herramientas basadas en IA para evaluar la compatibilidad entre felinos antes de que convivan juntos o para anticipar posibles conflictos en hogares con múltiples mascotas. Publicada en la revista Behavioral Processes, la investigación documentó 276 expresiones faciales diferentes en los gatos, utilizadas para comunicar desde intenciones amistosas hasta señales de advertencia.

El especialista en comportamiento veterinario Daniel Mills, de la Universidad de Lincoln, quien no participó en el estudio, enfatizó: “Mucha gente sigue creyendo, erróneamente, que los gatos son una especie en gran medida no social. Sin embargo, las expresiones faciales descritas en esta investigación cuentan otra historia”.