La IA revela los colores que prefieren las personas inteligentes
Según la tecnología, la elección determinaría las habilidades cognitivas de cada persona.
Un análisis basado en inteligencia artificial (IA) y la psicología del color sugiere que nuestras elecciones cromáticas al vestir pueden estar relacionadas con rasgos de personalidad e, incluso, con ciertos niveles de inteligencia. El análisis identifica colores que destacan por su vínculo con habilidades cognitivas avanzadas, mientras otros reflejan características menos favorables.
Colores que eligen las personas más inteligentes:
- Azul: Este color se vincula con personas analíticas y emocionalmente estables. Transmite calma, confianza y capacidad para resolver problemas complejos.
- Blanco: Preferido por quienes son perfeccionistas, meticulosos y mantienen un alto control emocional. Este color proyecta claridad mental y orden.
- Verde: Representa armonía y creatividad, cualidades esenciales para mentes abiertas y equilibradas.
- Violeta: Refleja sensibilidad, introspección y una conexión con el pensamiento profundo, atributos de personas innovadoras.
Colores que tienen percepciones menos favorables:
- Negro: Aunque es sinónimo de elegancia, puede denotar pesimismo y menor inteligencia emocional.
- Marrón: Asociado con estabilidad, pero percibido como poco inspirador y limitado en creatividad.
- Gris: Refleja neutralidad y falta de energía, lo que puede proyectar apatía.
- Naranja: Su intensidad puede asociarse con impulsividad y falta de seriedad, características que limitan ciertas habilidades cognitivas.
Sin embargo, mientras la IA sugiere que el negro podría estar vinculado con características menos favorables, la pedagoga Sandra Burgos ofrece una perspectiva distinta en su libro Tú dejas huella: Cómo impactar a través de tus habilidades sociales. Según Burgos, este color, históricamente relacionado con la melancolía, también es un símbolo de sofisticación y estilo.
Los estudios sobre la teoría del color son variables y generan opiniones diversas. Johannes Itten (1888–1967) un destacado pintor, maestro y teórico del color de origen suizo, contribuyó a la teoría del color en su influyente libro El arte del color (1961), considerado un texto fundamental para entender el impacto emocional y psicológico de los colores.
Itten desarrolló un enfoque basado en la interacción de colores y su efecto en la percepción humana. Clasificó los colores según atributos como temperatura, contraste y armonía, estableciendo principios que son utilizados en diseño, arte y psicología. Una de sus ideas más influyentes es que cada individuo tiene una “paleta personal” de colores que puede realzar su expresión y presencia.
El teórico dividió los colores en 12 segmentos, agrupando primarios, secundarios y terciarios, estableciendo una base científica para las emociones que cada tono puede evocar. Por ejemplo, relacionaba el rojo con la pasión y la energía, mientras que el azul simbolizaba calma y espiritualidad.
En su pedagogía, también integró conceptos místicos y filosóficos, combinando técnicas tradicionales con enfoques innovadores. Este enfoque interdisciplinario revolucionó el uso del color, permitiendo a artistas y diseñadores explorar sus propiedades más allá de lo estético.
Su trabajo no solo influyó en el arte y el diseño, sino también en la psicología del color, estableciendo conexiones entre la percepción cromática y la emoción humana. Por ejemplo, estudios contemporáneos han ampliado sus teorías para explorar cómo los colores afectan la productividad y el bienestar, conceptos esenciales en la arquitectura y el diseño modernos.
- Rojo: Energía, pasión y confianza.
- Amarillo: Pensamiento lógico y optimismo.
- Verde: Crecimiento y equilibrio.
- Violeta: Sensibilidad e introspección.
- Blanco: Pureza y perfección.
- Negro: Misterio y reserva.
- Marrón: Simplicidad y estabilidad.
- Gris: Neutralidad y equilibrio.
Aunque no existen reglas estrictas entre los colores y la inteligencia, el análisis destaca cómo nuestras elecciones pueden influir en la percepción que otros tienen de nosotros y reflejar aspectos de nuestra personalidad. En definitiva, los colores no solo decoran, sino que comunican quiénes somos y cómo nos enfrentamos al mundo.