Malala anima a los jóvenes a usar las redes sociales como arma política
La premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai avisó hoy de los peligros de las redes sociales como generadoras de conductas xenófobas y animó a los jóvenes a utilizarlas para causas políticas en su primera visita a América Latina.
En Ciudad de México, la activista y filántropa paquistaní exhortó a los jóvenes a utilizar las redes sociales en "aquellos temas que verdaderamente importan" como la igualdad, los derechos de la mujer y la educación.
La joven, de tan solo veinte años, advirtió del peligro de la propagación de pensamientos discriminatorios que pueden generar las redes sociales y los medios de comunicación.
De seguir así, "vamos a empezar a pensar que hay que odiar a los mexicanos, a los musulmanes, a los católicos", lamentó en la conferencia de prensa que dio en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, en Ciudad de México.
Gracias a la tecnología y a un mundo hiperconectado, "los jóvenes pueden estar más involucrados en la política de los países". "La tecnología tiene muchos usos", afirmó. "Puedes hacerte un selfie o usarla para crear campañas de concienciación", dijo.
Sobre las conductas xenófobas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propenso a manifestarse en redes sociales, la joven expresó que la discriminación a la que somete a México "no es correcta".
"Tenemos que seguir nuestra tradición, cultura y nacionalidad pero el odio debe ser inaceptable, daña mucho a los individuos", aseveró.
Asimismo, Malala se mostró preocupada por la situación de las mujeres en América Latina y en el mundo y apeló a la educación, "que debe ser un derecho humano para todos los niños", como punta de lanza para detener esta tendencia.
Para ella, "cuando una mujer recibe educación se da cuenta de lo valiosa que es siendo independiente". "Los hombres y las mujeres son iguales pero las mujeres son más poderosas que los hombres", afirmó la joven argumentando que dios le confirió el poder de soportar el dolor de dar a luz.
Inmediatamente, la defensora de los derechos civiles originaria del valle de Swat matizó sus palabras: "no es que discrimine al hombre, solo digo que las mujeres pueden hacer cualquier cosa". "El otro problema" reside en una cuestión de confianza de las propias mujeres.
"Las mujeres en sí no avanzan, no creen en sí mismas", afirmó Malala, asegurando que "la debilidad" a la que se han visto vinculadas históricamente no debe frenarlas.
"Muchas mujeres no son conscientes de sus propios derechos", aseguró la persona más joven en recibir el Premio Nobel en la historia del galardón, obteniéndolo en 2014, con tan solo 17 años de edad. Malala comenzó a "alzar la voz" a sus once años al resistir a los terroristas talibanes cuando estos comenzaron a entrar en la región paquistaní, prohibiendo el acceso a la escuela a miles de niñas.
Malala colaboró como bloguera para la cadena inglesa BBC bajo un seudónimo que le permitía hablar al mundo de los horrores a los que su pueblo se veía sometido. "Los ventajas son incontables para un país que educa a sus niños", expresó la joven, que recientemente se matriculó en la Universidad de Oxford.
También se mostró preocupada por los recientes desplazamientos de "niñas y familias" refugiadas de países de América Latina, quienes tocan la puerta a las fronteras de México y Estados Unidos.
Valoró como "positivo" el trabajo de la administración del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, con quien se reunió hoy en la residencia de Los Pinos.
A esto, agregó que "todavía falta un gran trecho que andar" y que México tiene todavía que desarrollarse. Malala se mira en ilustres defensores de la igualdad como Nelson Mandela, Mahatma Gandhi o Martin Luther King Jr, pero también en muchos otros líderes que aparecen cada día en cada rincón del mundo.