Amigos de Huellas
En vivo
Desde gigantes tecnológicos que comenzaron con la venta de pescado seco hasta fabricantes de autos que antes hacían máquinas de coser, estas compañías han sabido evolucionar y adaptarse a los tiempos para convertirse en referentes de sus industrias.
A continuación, un recorrido por algunas de las transformaciones más sorprendentes en la historia empresarial.
Te puede interesar: El secreto del huevo hervido perfecto, la técnica científica que mejora su sabor
Te puede interesar: 'Volver al Futuro' | Los inventos de las películas que ahora son una realidad
Cuando se habla de Samsung, lo primero que viene a la mente son teléfonos inteligentes, televisores y electrodomésticos. Sin embargo, sus inicios estuvieron muy lejos de la tecnología.
Samsung fue fundada en 1938 por Byung-Chull Lee en Daegu, Corea del Sur. Su negocio inicial consistía en la exportación de pescado seco, frutas y vegetales. En la década de 1950, diversificó sus operaciones hacia los textiles, los seguros y la venta minorista. Pero el gran salto llegó en 1969, cuando entró en el mundo de la electrónica al asociarse con Sanyo.
Hoy, Samsung es uno de los líderes mundiales en innovación tecnológica, con presencia en casi todos los sectores de la electrónica, desde chips hasta teléfonos móviles.
La historia de Peugeot también es un testimonio de transformación. En sus primeros años, la compañía francesa fabricaba miriñaques para vestidos, ballenas de corsé, cuchillas de afeitar y molinillos de café. También incursionó en la producción de herramientas como esquiladoras para caballos.
Fue Armand Peugeot quien impulsó la diversificación de la empresa hacia la industria automotriz, con el lanzamiento de su primer automóvil en 1889. Desde entonces, Peugeot se convirtió en una de las marcas de automóviles más prestigiosas de Europa, dejando atrás sus orígenes en la manufactura de acero para productos domésticos.
Nokia es otro caso emblemático de reinvención. Fundada en 1865 en Finlandia por Fredrik Idestam, la empresa comenzó como una fábrica de pulpa de madera para la producción de papel. Con el tiempo, expandió su negocio a la fabricación de neumáticos y botas de goma.
El cambio decisivo ocurrió en 1922, cuando adquirió una compañía de cables, lo que marcó su entrada en el sector de telecomunicaciones. Décadas después, Nokia se convirtió en líder mundial en la telefonía móvil, revolucionando la comunicación con modelos icónicos como el Nokia 3310.
Lego es sinónimo de bloques de construcción, pero sus inicios fueron muy distintos. La empresa nació en 1932 en Dinamarca, fundada por Ole Kirk Christiansen, como un taller de carpintería que fabricaba muebles y juguetes de madera.
No fue sino hasta 1947 cuando la compañía decidió cambiar la madera por plástico, apostando por los famosos ladrillos encajables que la harían famosa en todo el mundo. Con el tiempo, Lego se convirtió en una de las marcas de juguetes más grandes de la historia, con parques temáticos, videojuegos y franquicias cinematográficas.
Nintendo: de cartas a videojuegos revolucionarios
Nintendo es una de las compañías más importantes en la industria de los videojuegos, pero su origen se remonta a 1889 en Kioto, Japón, cuando Fusajiro Yamauchi fundó la empresa para fabricar cartas de hanafuda, un juego tradicional japonés.
Durante el siglo XX, Nintendo exploró otros mercados, incluyendo juguetes, aspiradoras e incluso una línea de hoteles de citas en Japón. Sin embargo, en la década de 1970, la empresa decidió apostar por los videojuegos, lanzando consolas como la NES y franquicias icónicas como Super Mario y The Legend of Zelda.
Opel es otra marca automovilística cuyos inicios no tenían nada que ver con los autos. En 1862, Adam Opel fundó la empresa en Alemania como un fabricante de máquinas de coser. A finales del siglo XIX, comenzó a producir bicicletas y, finalmente, en 1899, se introdujo en el mundo de los automóviles.
Hoy, Opel es una marca reconocida globalmente en la industria automotriz, demostrando que la capacidad de adaptación es clave en los negocios.
Sony es un gigante de la tecnología, pero sus inicios fueron bastante humildes. Fundada en 1946 en Japón por Masaru Ibuka y Akio Morita, la empresa comenzó fabricando ollas de arroz eléctricas.
Poco después, Sony se enfocó en la electrónica de consumo y lanzó productos icónicos como el Walkman, el PlayStation y las primeras cámaras digitales. Actualmente, es una de las empresas tecnológicas más influyentes del mundo.
Colgate es mundialmente reconocida por su pasta de dientes, pero sus orígenes están en un negocio muy diferente. En 1806, William Colgate fundó la compañía en Nueva York para vender jabones, velas y almidón.
No fue hasta 1873 cuando la empresa introdujo su primera crema dental en frascos de vidrio, marcando el inicio de su especialización en el cuidado bucal. Hoy, Colgate es líder global en higiene dental y productos para el cuidado personal.
Fundada en 1840 en Eibar, España, Orbea nació como un fabricante de revólveres y pistolas. La empresa tuvo tanto éxito en la industria armamentística que llegó a producir 80.000 pistolas al año.
Sin embargo, en 1924, la compañía se dividió y una de sus ramas comenzó a fabricar prensas, fresadoras y bicicletas. En 1971, Orbea decidió enfocarse exclusivamente en el ciclismo, convirtiéndose en una de las marcas más prestigiosas del mundo en bicicletas de alta gama.
El éxito de estas empresas demuestra que la flexibilidad y la capacidad de adaptación son esenciales para sobrevivir y prosperar en el mundo empresarial. Muchas veces, los negocios deben reinventarse para seguir siendo competitivos, y estas compañías son prueba de que el cambio estratégico puede ser la clave para convertirse en gigantes globales.