Bad Bunny inspira curso universitario en Yale sobre reguetón, política y cultura
El boricua, fenómeno global del reguetón, ya no solo llena estadios ni domina las plataformas musicales: ahora también será materia de estudio en una de las universidades más prestigiosas del mundo.
Yale anunció que a partir del próximo semestre ofrecerá el curso “Bad Bunny: Musical Aesthetics and Politics”, un espacio académico que analizará su obra y su impacto desde una perspectiva cultural, histórica y política.
El curso será dirigido por Albert Laguna, profesor asociado del Departamento de Estudios Americanos y del programa de Etnicidad, Raza y Migración de Yale. Según explicó al medio Yale News, la idea surgió durante un viaje por Nueva Orleans mientras escuchaba el último álbum del artista, Nadie Sabe Lo Que Va a Pasar Mañana (estilizado como DeBÍ TiRAR MáS FOToS): “Estaba paseando por Nueva Orleans escuchándolo, conectando con el ambiente caribeño de la ciudad en barrios como el Barrio Francés, que puede parecer un poco San Juan, y me quedé impresionado por todo lo que hace este álbum”.
Lejos de ser una clase de fanáticos, el curso propone una exploración profunda sobre cómo la música de Bad Bunny revela las dinámicas sociales, raciales y políticas de Puerto Rico, y cómo su evolución está entrelazada con la diáspora puertorriqueña, la migración a Nueva York y la herencia musical del Caribe.
La canción NUEVAYoL, una de las más emblemáticas del álbum, será uno de los ejes del análisis. La pieza incluye una muestra de Un Verano en Nueva York de El Gran Combo de Puerto Rico, y para Laguna, representa un puente cultural ineludible: “No se puede contar la historia de Puerto Rico desde el siglo XIX hasta hoy sin Nueva York y el movimiento de personas y producción cultural entre ambos lugares”.
Además del reguetón, el curso también abordará géneros como la bomba, la plena y la salsa, explorando cómo influyen en las decisiones estéticas y políticas del artista.
“Puedes ‘escuchar’ lo que posibilitó la migración masiva de puertorriqueños. El reguetón en Puerto Rico no puede disociarse de los flujos musicales de la región ni de los proyectos coloniales en América”, añadió el académico.
El interés por la clase ha sido abrumador. Aunque el cupo está limitado a solo 18 estudiantes, hasta abril ya se habían inscrito 44 personas. Laguna señaló que ha recibido más de 100 mensajes de estudiantes interesados, así como notas de antiguos alumnos, muchos de ellos puertorriqueños, celebrando la iniciativa.
Te puede interesar: Chyno Miranda enciende alarmas por su comportamiento en el escenario
Te puede interesar: MTV VMAs 2025: Lady Gaga encabeza las nominaciones en una edición histórica
Entre los futuros estudiantes destaca Juli Martinez, quien dijo: “La música de Bad Bunny me acompañó en secundaria, ahora en la universidad… Escribí sobre Bad Bunny en uno de los ensayos para la admisión en Yale porque ha influido mi vida de manera muy positiva y esta clase profundiza en su música”.
Aiden Tumminello, otro inscrito, destacó la importancia cultural del curso: “Es altamente beneficioso para entender la cultura puertorriqueña”.
Por su parte, Diego Paz subrayó el valor político del contenido: “A través de esto, los estudiantes pueden rastrear las raíces políticas del reggaetón y descubrir cómo estas canciones albergan memoria, dolor y poder”.
Y agregó: “Esta clase se imparte cien años después de la anexión de Puerto Rico por Estados Unidos, y Benito Antonio Martínez Ocasio utiliza la música para confrontar la violencia colonial persistente y como una negativa a ser silenciado”.
Yale no es la primera institución en analizar a fondo al artista puertorriqueño. Wellesley College y la Universidad Loyola Marymount también han ofrecido cursos sobre Bad Bunny, y han contribuido al desarrollo del The Bad Bunny Syllabus, un repositorio digital académico que recoge análisis críticos sobre su obra y su contexto.
Cuando el propio Bad Bunny fue consultado sobre esta oleada universitaria en torno a su figura, respondió con asombro y humor en The Tonight Show Starring Jimmy Fallon: “Es algo muy loco. No sé, me parece raro. Pero me encantaría tomar una de esas clases… Creo que sacaría una nota sobresaliente. Totalmente”.
La irrupción de Bad Bunny en los salones de clase de Yale marca un punto de inflexión en la forma en que la academia aborda la cultura popular. Más allá de los ritmos contagiosos o la fama mundial, su música se consolida como una herramienta crítica para entender procesos históricos, identitarios y políticos profundamente arraigados en la experiencia caribeña.