Bad Bunny en la mira y controversia por un gesto con una fan durante su concierto

Durante su aclamada residencia musical en el Coliseo de Puerto Rico, titulada Most Wanted: No Me Quiero Ir de Aquí, el boricua no solo ha reventado taquillas.

El cantante Bad Bunny / AFP

Bad Bunny ha generado millonarios ingresos para la isla y consolidado su estatus como ícono global del reguetón, sino que también ha protagonizado momentos que dividen a la opinión pública. Uno de ellos, un curioso gesto con una fan en pleno concierto, ha desatado un intenso debate en redes sociales.

Mientras interpretaba su éxito Tití Me Preguntó, el artista se percató de que una fanática en primera fila tenía el escote visiblemente desajustado y se acercó para, aparentemente, ayudarla a cubrirse. Sin embargo, su intento de acomodar la prenda fue torpe y terminó exponiendo aún más el pecho de la mujer. Ella reaccionó entre risas, se cubrió rápidamente y le agradeció con un gesto. El momento fue captado en video y rápidamente se viralizó, desatando todo tipo de reacciones.

“Ella le dijo gracias”; “Él quiso ayudar y lo vieron mal”; “No tenía que tocarla sin autorización”; “Eso se agradece”; “Ojalá no lo demande”, fueron algunos de los comentarios que inundaron las redes sociales, donde se dividieron opiniones entre quienes vieron el acto como un gesto caballeroso y quienes lo consideraron una invasión a la intimidad.

Este incidente se suma a una creciente controversia alrededor del espectáculo. Pese a ser una propuesta musical y escénica de alto nivel, con elementos teatrales, ambientación tropical y tecnología de punta, la inclusión de animales vivos en escena ha sido duramente criticada por activistas. PETA Latino denunció el uso de gallinas en el show, difundiendo un video donde se les ve desplazándose entre arbustos artificiales en el escenario. “Un ‘baile inolvidable’ para Bad Bunny… pero una pesadilla para los animales”, expresó la organización en un mensaje que ha circulado ampliamente.

A pesar de las polémicas, el impacto económico del show es incuestionable. Con más de 30 fechas completamente agotadas, la residencia de Bad Bunny ha superado récords históricos del Coliseo de Puerto Rico, incluso los de artistas locales como Wisin y Yandel. Hoteles llenos, restaurantes sin reservas disponibles y un flujo constante de turistas internacionales han convertido el evento en un motor clave para la economía puertorriqueña en este verano de 2025.

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“Este tipo de eventos posicionan a Puerto Rico como un epicentro cultural y turístico en el Caribe”, señaló un vocero de la oficina de turismo de San Juan. Además, la residencia ha generado decenas de empleos directos e indirectos para técnicos, músicos, productores, diseñadores, y trabajadores del recinto.

Mientras unos celebran su cercanía con los fans y su apuesta artística ambiciosa, otros critican los límites que Bad Bunny parece dispuesto a cruzar. El cantante, que rara vez ofrece declaraciones públicas frente a controversias, aún no se ha pronunciado sobre el video viral ni sobre las acusaciones de maltrato animal.

Con cada paso, el “Conejo Malo” sigue demostrando que no solo llena estadios, sino también titulares. Y que, en su mundo, la línea entre el espectáculo y la polémica es cada vez más delgada.

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