La enfermedad de Lyme; los detalles de la dura batalla de Justin Timberlake

Justin Timberlake

El artista decidió abrirse y romper el silencio relatando el por qué de sus dolencias.

Justin Timberlake
Justin Timberlake / AFP

Después de meses de especulaciones y duras críticas por su desempeño en la gira Forget Tomorrow World Tour, el artista ha confirmado que padece la enfermedad de Lyme, una condición que lo ha obligado a presentarse con dolor constante, fatiga y síntomas debilitantes.

A través de una emotiva publicación en su cuenta de Instagram el pasado 31 de julio, el cantante de 44 años y exintegrante de NSYNC, compartió por primera vez lo que ha estado viviendo tras bastidores: “He estado batallando con algunos problemas de salud y me diagnosticaron la enfermedad de Lyme. No lo digo para que se sientan mal por mí, sino para arrojar algo de luz sobre lo que he estado enfrentando”.

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La confesión llega justo al cierre de su gira mundial de dos años, una experiencia que Timberlake describió como “la más divertida, emotiva, gratificante y, a veces, agotadora”. Pero el diagnóstico fue un golpe inesperado. “Quedé realmente en shock cuando lo supe”, dijo. “Al menos podía entender por qué estaba en el escenario con un dolor de nervios tan intenso o sintiéndome fatal o mareado”.

A pesar del impacto físico y mental, Timberlake decidió no detener su gira. “Me enfrenté a una decisión personal: ¿dejar la gira o seguir y resolverlo? Decidí que la alegría que me da actuar supera con creces el estrés fugaz que sentía. Estoy muy contento de haber seguido adelante”.

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El intérprete de Cry Me a River explicó que, aunque ha sido reservado sobre su vida personal, eligió compartir su historia para evitar malentendidos y ayudar a otros que puedan estar enfrentando la misma enfermedad. “Me resistía a hablar de esto porque siempre me criaron para guardarme algo así. Pero estoy intentando ser más transparente sobre mis dificultades para que no se malinterpreten”.

Timberlake agradeció profundamente a su familia, especialmente a su esposa Jessica Biel y a sus hijos Silas (9) y Phineas (4): “Nada es más poderoso que su amor incondicional. Son mi corazón y mi hogar. Voy en camino”.

Jessica Biel también reaccionó con amor y solidaridad, publicando en su historia de Instagram una imagen de Justin abrazando a su hijo Silas, acompañada de varios emojis de corazones rojos. Un día antes, Biel había compartido un emotivo resumen visual de lo que significó la gira para la familia, con imágenes entre bastidores y videos de sus hijos disfrutando los conciertos de su padre.

“Comparto todo esto con la esperanza de que todos podamos encontrar una manera de estar más conectados”, concluyó el ganador del Grammy. “Quiero aportar mi granito de arena para ayudar a otras personas que también padecen esta enfermedad. Su energía y cariño me siguen llenando de humildad. Han hecho realidad mis sueños”.

Con este anuncio, Timberlake se une a la lista de celebridades que han hablado públicamente sobre su lucha con la enfermedad de Lyme, como Avril Lavigne, Shania Twain y Alec Baldwin. Una vez más, el artista demuestra que detrás del brillo de los escenarios también hay batallas silenciosas que merecen ser visibilizadas.

La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana causada por la Borrelia burgdorferi, transmitida a los humanos a través de la picadura de garrapatas de patas negras, también conocidas como garrapatas de venado. Es más común en zonas boscosas y húmedas de América del Norte y Europa.

Los síntomas iniciales incluyen fiebre, dolor de cabeza, fatiga y una característica erupción en forma de diana (eritema migratorio). Si no se trata a tiempo, la enfermedad puede evolucionar a etapas más graves, afectando el sistema nervioso, las articulaciones, el corazón e incluso la memoria y la concentración. El tratamiento temprano con antibióticos suele ser efectivo, pero en casos crónicos o mal diagnosticados, los síntomas pueden prolongarse durante meses o años, lo que lleva al llamado “síndrome posterior a la enfermedad de Lyme”, que se manifiesta con dolor persistente, fatiga y trastornos cognitivos.

Dado que la enfermedad puede confundirse con otras condiciones, el diagnóstico clínico temprano y una correcta interpretación de los exámenes de laboratorio son fundamentales para evitar complicaciones a largo plazo.

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