Max Martin: el cerebro invisible detrás de los mayores hits del pop moderno

En una industria dominada por rostros famosos y egos monumentales, el productor sueco ha alcanzado lo que pocos.

Max Martin / AFP

Con 24 canciones que han llegado al puesto número uno del Billboard Hot 100, ha superado a leyendas como George Martin, el histórico productor de The Beatles. Y sin embargo, su nombre rara vez figura en titulares.

“Siempre he tenido miedo de la fama”, confesó alguna vez en The New York Times. Y a pesar de su reticencia al protagonismo, Max Martin ha sido el arquitecto de los himnos que han definido generaciones.

Nacido como Karl Martin Sandberg en Stenhamra, un suburbio de Estocolmo, creció en una casa donde sonaban Elton John, ABBA, Queen y Creedence Clearwater Revival. Su interés por la música floreció en el sistema educativo público sueco, donde aprendió trompa, batería y teclado. “No estaría donde estoy hoy si no fuera por la escuela pública de música”, declaró a Radio Sweden.

Durante su adolescencia lideró una banda de glam-metal llamada It’s Alive, bajo el alias de Martin White. Pero su verdadero camino comenzó cuando conoció al productor Denniz Pop, fundador de los legendarios Cheiron Studios, quien lo acogió como aprendiz. Ese estudio se convirtió en el epicentro de su formación y en la cuna de su método colaborativo.

El mundo conoció el genio de Max Martin en 1999, cuando “…Baby One More Time”, interpretada por Britney Spears, conquistó la cima del Hot 100. Escrita y producida junto a Denniz Pop, esta canción marcó el inicio de una era de éxitos ininterrumpidos.

Desde entonces, ha trabajado con una constelación de estrellas que incluye a Backstreet Boys, NSYNC, Katy Perry, Pink, Taylor Swift, Ariana Grande, The Weeknd, Maroon 5 y Justin Bieber, entre otros.

Su fórmula: melodías irresistibles, producción impecable y una meticulosa atención al detalle. “Si no es perfecto, va a la basura”, dijo el supervisor musical Bill Sherman, citando una de las máximas que Martin aplica en el estudio.

Para Max Martin, la melodía lo es todo. “Melody reigns supreme”, resume Dave Penn, analista de Hit Songs Deconstructed, en Billboard. El productor sueco suele componer primero la melodía con sílabas sin sentido o frases incompletas, y luego adapta la letra para encajarla con precisión quirúrgica.

Este enfoque, que él mismo llama “melodic math”, se basa más en la memorización auditiva que en la complejidad lírica. La prioridad es mantener al oyente cautivo durante toda la canción. “La composición debe ser un esfuerzo colaborativo; nadie debe ser propietario exclusivo de su trabajo”, declaró a The New Yorker, en referencia a la filosofía heredada de Cheiron Studios.

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Los éxitos de Max Martin no solo son números uno, son momentos culturales. Entre sus composiciones más emblemáticas se encuentran:

Cada una de estas canciones marcó un punto de inflexión en las carreras de los artistas que las interpretaron, y en el panorama musical de su tiempo. Simon Cowell, productor y ejecutivo británico, fue tajante en The New York Times: “Ha moldeado el sonido del pop moderno”.

Katy Perry, con quien ha trabajado en numerosos hits, lo describió como “el productor más humilde y el más seguro de sus decisiones”, agregando: “Sigue haciendo el trabajo pesado, y eso es lo que le da el toque de Midas”.

Más allá de los números uno, el legado de Max Martin también reside en su modelo de producción colaborativa, replicado hoy en día desde Seúl hasta Los Ángeles. Lo que comenzó en Cheiron Studios como una fábrica de canciones, basada en la creación colectiva, hoy se refleja en los writing camps del K-pop, el pop latino y los nuevos fenómenos del streaming.

El sistema sueco, donde se premia el trabajo en equipo y se desalienta el ego (inspirado en el principio escandinavo del Jantelagen), ha sido clave en su éxito. “Ha desarmado y reconstruido a artistas enteros con precisión quirúrgica”, dijo Pink, una de sus colaboradoras más cercanas.

En enero de 2024, Max Martin logró lo impensable: superar a George Martin, el mítico productor de The Beatles, como el creador con más números uno en la historia del Billboard Hot 100. La canción que lo catapultó a la cima fue “Yes, And?” de Ariana Grande.

Con ese hito, llegó a 24 temas en el primer lugar, consolidando una carrera que desafía el paso del tiempo y las modas. Max Martin ha revolucionado el pop desde las sombras, dejando que su música hable por él. Su decisión de evitar la fama, en sus propias palabras, por miedo a ella, no ha impedido que su influencia sea total. En una industria donde casi todo es fugaz, su permanencia es una anomalía. Y su silencio, una estrategia brillante.

“Lo impresionante es que siempre está en sintonía con los tiempos, lo que le ha permitido seguir siendo relevante todos estos años”, explicó Dave Penn en Bloomberg.

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