Mick Jagger revela cómo James Brown definió su estilo en el escenario

Aquel día, James Brown se robó el protagonismo con una actuación legendaria que dejó una huella imborrable en todos los presentes.

El legendario líder de los Rolling Stones, Mick Jagger. / AFP

La voz y el rostro más icónico de The Rolling Stones, Mick Jagger, ha sido durante décadas sinónimo de energía desbordante, movimientos imprevisibles y una presencia magnética que marcó la historia del rock.

Sin embargo, el propio músico británico ha confesado en más de una ocasión que no todo nació de la nada: detrás de su estilo hay una influencia clave que lo transformó para siempre, el inigualable James Brown.

El momento que cambió la forma de concebir el espectáculo para Jagger ocurrió en octubre de 1964, durante The T.A.M.I. Show, un concierto histórico en el Auditorio Cívico de Santa Mónica que reunió a figuras como Marvin Gaye, Chuck Berry, The Supremes y, por supuesto, los Rolling Stones.

Aquel día, James Brown se robó el protagonismo con una actuación legendaria que dejó una huella imborrable en todos los presentes. El bajista de Kiss, Gene Simmons, lo recordó años más tarde en entrevista con IndieHoy: “Los Stones estaban cerrando el concierto y mientras James Brown estaba en el escenario, había un primer plano de Mick Jagger observándolo y mordiéndose las uñas. Él la estaba rompiendo, como nadie que haya visto antes. Era asombroso cómo se movía, cómo contorsionaba su cuerpo”.

Para el público juvenil que asistió gratuitamente, fue un espectáculo irrepetible. Pero para Jagger, significó mucho más: el descubrimiento de un camino artístico que marcaría toda su carrera.

A lo largo de los años, Jagger nunca ocultó esa inspiración. En una entrevista con Rolling Stone en 1995, reconoció abiertamente cuánto había tomado de Brown: “Solía aspirar a ser como él [James Brown] en su manera de moverse, así que copié mucho de sus pasos en los primeros años. […] Ya no los hago actualmente”.

Tiempo después, en declaraciones a Time, el cantante británico fue aún más detallado: “Copié todos sus movimientos. Solía hacer su deslizamiento a través del escenario. No podía abrirme de piernas, así que ni lo intenté”.

Estas palabras muestran no solo admiración, sino también la humildad de un artista que, a pesar de su estatus de leyenda, no ha dudado en reconocer a quienes lo inspiraron.

El aprendizaje de Jagger no se limitó a imitar movimientos, sino que incorporó la filosofía de James Brown sobre el escenario: la música debía vivirse con todo el cuerpo. La teatralidad, la conexión con el público y la capacidad de encender un ambiente se volvieron pilares del estilo de los Rolling Stones.

Te puede interesar: Cristian Castro anuncia su cuarto matrimonio, esta vez será con Mariela Sánchez

Te puede interesar: Gordon Ramsay revela que le diagnisticaron cáncer de piel y envía un poderoso mensaje

Esa influencia lo convirtió en un referente para generaciones posteriores. Desde David Bowie hasta Michael Jackson, muchos artistas han señalado que el carisma y la osadía de Jagger redefinieron cómo un músico debía presentarse en vivo.

Hoy, los movimientos de Mick Jagger son ya parte de la cultura popular, un sello personal que trasciende la música. Pero detrás de cada salto, cada contorsión y cada gesto, está el eco de James Brown, el hombre que encendió la chispa creativa en aquel joven británico en 1964.

La confesión de Jagger demuestra que incluso los grandes íconos nunca dejan de aprender. Y en su caso, esa lección lo convirtió en un símbolo eterno de autenticidad y reinvención en la historia del rock.

Temas relacionados

Si te lo perdiste
Lo último