Tres hombres acusan a Sean 'Diddy' Combs de haberlos drogado y violado

El magnate del hip-hop y fundador de Bad Boy Records, Sean “Diddy” Combs, enfrenta nuevas acusaciones legales tras ser demandado en un tribunal de Nueva York por tres hombres que lo acusan de haberlos drogado y agredido sexualmente. Los casos, presentados de manera anónima bajo el seudónimo "John Doe", suman más presión a las ya serias acusaciones federales de tráfico sexual que enfrenta el artista de 55 años.

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Las demandas, interpuestas en un tribunal estatal, detallan incidentes que habrían ocurrido entre 2019 y 2022. Según los documentos legales, Combs presuntamente utilizó su influencia y riqueza para manipular a los demandantes, suministrarles bebidas adulteradas y luego agredirlos sexualmente. Thomas Giuffra, abogado de los acusadores, enfatizó que el empresario se valió de su posición de poder para someter a las víctimas y mantenerlas en silencio a través de amenazas y coerción.

“Esta es una oportunidad largamente esperada para que estas víctimas recuperen su poder tras años de soportar en silencio las secuelas de estas agresiones”, declaró Giuffra en un comunicado. “Aunque estas demandas no pueden revertir el daño sufrido, ofrecen a los sobrevivientes la posibilidad de recuperar la dignidad y el respeto que les fueron arrebatados”.

Por su parte, los representantes legales de Sean Combs rechazaron enérgicamente las acusaciones, calificándolas como "completamente infundadas". En un comunicado oficial, sus abogados afirmaron: “Estas denuncias están llenas de falsedades. Estamos seguros de que podremos demostrar su falsedad y tomaremos medidas contra los abogados que se han prestado a presentar estas denuncias ficticias”.

Detalles de las denuncias

Los tres demandantes han solicitado un juicio con jurado y buscan una compensación económica por daños y perjuicios no especificados. Cada una de las demandas describe incidentes separados, todos ellos alegando patrones similares de comportamiento por parte de Combs y sus asociados.

El primer caso data de 2019, cuando uno de los demandantes asegura haber conocido a Combs en un club nocturno en Manhattan. Posteriormente, fue invitado a una fiesta en la suite del artista en el hotel Park Hyatt. Según su testimonio, allí le ofrecieron una bebida adulterada que lo dejó inconsciente. Más tarde, despertó desnudo y con Combs encima suyo violándolo. El demandante también afirmó que un hombre presente durante el ataque grabó el incidente y luego le entregó 2,500 dólares en efectivo.

El segundo demandante sostiene que el ataque ocurrió en 2020, durante una reunión con Combs en la suite del hotel InterContinental en Times Square. Según la denuncia, la reunión se llevó a cabo para discutir pagos pendientes relacionados con su empleo a largo plazo con el empresario. El hombre afirma que fue drogado sin su conocimiento y posteriormente agredido sexualmente.

El tercer caso describe un incidente ocurrido también en 2020, durante una fiesta de verano en la mansión de Combs en East Hampton, Nueva York. Según este demandante, el equipo de Combs, incluyendo a asociados de su sello discográfico, habría participado en drogarlo antes de que ocurriera el ataque.

Contexto de las acusaciones federales

Además de estas nuevas demandas, Combs enfrenta cargos federales relacionados con una presunta red de tráfico sexual. Según los fiscales, el rapero organizaba eventos privados denominados "Freak Offs", en los que, supuestamente, utilizaba drogas y trabajadores sexuales masculinos y femeninos para llevar a cabo actos sexuales extremos. Las autoridades aseguran que Combs recurría a amenazas, violencia y sobornos para silenciar a sus víctimas, llegando incluso a emplear métodos como secuestros, incendios provocados y agresiones físicas.

A pesar de declararse inocente de los cargos federales, Combs permanece detenido en una cárcel federal en Brooklyn después de que se le negara la libertad bajo fianza en tres ocasiones. Su juicio está programado para mayo del próximo año.

Declaraciones en el marco de una crisis legal

Mientras las acusaciones continúan acumulándose, este nuevo capítulo legal representa un duro golpe para la reputación del empresario y artista, quien alguna vez fue celebrado como un ícono del hip-hop. Las acusaciones subrayan patrones de conducta que, de confirmarse, apuntarían a una sistemática explotación de su poder e influencia para cometer actos de violencia sexual.

Aunque los abogados de los demandantes y defensores de las víctimas enfatizan que las demandas buscan dar voz y justicia a los sobrevivientes, la defensa de Combs insiste en que las acusaciones son parte de un intento por dañar su legado y reputación. Por ahora, los casos se encuentran en las primeras etapas legales, mientras la atención pública sigue de cerca el desarrollo de este controvertido proceso judicial.