Estímulos positivos para la educación de los niños
Regreso a clases
Panamá/En la etapa de la educación en casa y escuela, se vuelve fundamental que los pequeños de la casa, se sientan motivados para realizar acciones necesarias por voluntad propia, pues con su crecimiento, se incrementa de manera significativa las obligaciones que no pueden ser ignoradas.
Las horas que pasa un niño en casa, y, las restantes en la escuela, suelen ser repartidas para completar su día, influyendo de manera directa lo que le sucede en ambos escenarios. El "Refuerzo Positivo" consiste en ofrecer al niño un estímulo agradable cada vez que éste emite una respuesta adecuada, así tenderá a repetirla en mayor medida.
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Por ejemplo, le ofrecemos una sonrisa y halago después de ordenar su cuarto, le damos un helado si se ha portado bien toda la jornada escolar o le permitimos disfrutar de la TV si ha hecho los deberes.
Sin embargo, la forma en la que se comunican dichos estímulos, es la que verdaderamente importa en el proceso. Para que el refuerzo positivo sea eficaz debe ser explicado al niño antes de que realice la conducta deseada y en términos positivos. Es decir, no le vamos a decir: "Como no hagas los deberes, no hay hora de juego esta tarde".
Si no que, será preciso sentarse frente a él, asegurándonos de que nos escucha y mencionaremos que: "A partir de ahora, siempre que hagas los deberes planificados para esa tarde, vas a poder jugar".
Aunque suene una tarea sencilla, el poder de convencimiento en los menores resulta ser importante cuando se empiezan a crear canales de comunicación según su entendimiento, y, la manera en la que el adulto o maestro, exprese su idea, podría ser interpretada de mil manera en la mentalidad del pequeño.
Es importante que, las ideas y beneficios sean concretos en lo que va a conseguir el niño: en qué momento y durante cuánto tiempo. Que no lleve a equívocos, ni a intentos de negociación.
El "Refuerzo Positivo" debe ser aplicado a corto plazo. Es decir, el estímulo agradable para el niño debe aplicarse justo después de la conducta deseada o de que en las escuela se haya fijado un comentario con respecto a su actitud o habilidad.
Si la conducta deseada es que estudie todos los días y el estímulo que le ofrecemos es un viaje en verano, el niño no tiene la suficiente capacidad para mantener cada día la conducta deseada por ese estímulo motivador tan a largo plazo.
Por supuesto, se debe ser consecuentes. Siempre que el niño emita la conducta debe ir seguido del refuerzo previsto. Si consideramos que no vamos a conseguir ser constantes con ese estímulo es preferible que no se inicie, pues en el momento que perdamos credibilidad es muy difícil conseguir los siguientes objetivos.
Tradicionalmente, se ha empleado el castigo o las amenazas para lograr una correcta educación de los niños o que se generen objetivos. Sin embargo, el castigo continuado no siempre es efectivo pues exige la atención de los padres hacia los hijos y a veces es lo que los propios niños buscan. Además, lo visualizan como una imposición externa e incluso puede dañar la autoestima.
Por esto, cuando un padre entiende la teoría del "Refuerzo Positivo", los métodos a emplear son ampliamente pensados, pues en caso de no cumplirse la tarea impuesta, dicha recompensa nunca aparecerá, y creara un sentimiento amargo en los pequeños.
Tanto en las escuelas como en los hogares, estos estímulos deberían ser practicados con el fin de no solo guiar a los pequeños, también, de crear sentimientos de responsabilidad, esfuerzo y gratitud con sus superiores.