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Instituto Smithsonian documenta novedoso comportamiento de los murciélagos en Panamá

Murciélago Uroderma bilobatum.
Murciélago Uroderma bilobatum. / Instituto Smithsonian/Merlin Tuttle

Un nuevo estudio del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés) reveló un novedoso comportamiento de los murciélagos en Panamá, concretamente de la especie Uroderma bilobatum.

Las aves aprenden a volar y los mamíferos bebés pasan de beber leche a comer alimentos sólidos.

Los murciélagos bebés, como mamíferos alados, hacen ambas cosas al mismo tiempo durante su transición a juveniles voladores.

Así detalla el informe de los investigadores del Instituto Smithsonian que estudiaron a los murciélagos Uroderma bilobatum, observando que las madres empujaban a sus crías con sus antebrazos, tal vez animándolas a volar y a destetar.

De las más de 1,300 especies de murciélagos en el mundo, la información de este período crítico de transición es solo conocida por unos pocos.

"Nuestro estudio destaca lo poco que aún sabemos sobre las vidas secretas de estas increíbles criaturas, incluso algo tan significativo como la relación entre una madre y su cría", manifestó Jenna Kohles, estudiante de maestría de la Universidad de Konstanz y el Instituto Max Planck para Ornitología.

Kohles realizó su trabajo de campo para este estudio como pasante en el STRI, cuando aún era estudiante en la Universidad de Clemson.

Detalles de los Uroderma bilobatum

Los Uroderma bilobatum cortan y pliegan enormes hojas de plantas tropicales, creando carpas como refugios para grupos de dos a 50 individuos.

También colonizan las chozas tropicales que los humanos construyen para guarecerse de la lluvia. Sus refugios, destaca el Smithsonian, no solo protegen a los murciélagos reproductores de los elementos.

Murciélagos Uroderma bilobatum debajo de una hoja.
Murciélagos Uroderma bilobatum debajo de una hoja. / Instituto Smithsonian/Thomas Hiller

Además sirven como centros de información donde éstos aprenden de otros murciélagos la ubicación de su comida favorita, los higos maduros.

La investigadora y su equipo observaron de cerca las colonias de Uroderma bilobatum en la naturaleza y monitorearon sus refugios bajo los aleros de más de 30 casas en Gamboa, Panamá, cerca de un año.

La asesora de STRI, la científica Rachel Page, resaltó que Kohles “captó en cámara los nacimientos de murciélagos y, posteriormente, supervisó y cuantificó los cambios en las interacciones entre madres y crías".

Observaciones

Durante sus jornadas, Kohles determinó si los cachorros estaban solos o con su madre, y amamantando o no amamantando, cambiando de una posición a otra, aleteando o descansando.

La investigadora logró registrar interacciones agresivas y otras sociales y observó cuando las madres cuidaban a sus crías.

Junto con sus colegas, Kohles además capturó murciélagos en redes de niebla para registrar su masa, la longitud del antebrazo, el sexo y la ubicación de su guarida “para ver si las crías de esta especie crecen tan rápido como las reportadas para otras especies tropicales y para comparar los tiempos de los cambios de tamaño con los cambios de comportamiento”.

Los murciélagos suelen dar a luz solo un bebé, provocando que las madres tengan que soportar todo el peso de éste mientras vuelan tanto antes como después de que nazcan.

Murciélago Uroderma bilobatum muerde un fruto de higuerón.
Murciélago Uroderma bilobatum muerde un fruto de higuerón. / Instituto Smithsonian/Merlin Tuttle

Esta es una gran carga para las madres, por lo que presionan a las crías para que se vuelvan independientes. Para muchos mamíferos, esto resulta en un período de conflicto entre madres e hijos, que a menudo incluye agresión, detalla el Smithsonian en una nota.

El estudio ha revelado que los murciélagos Uroderma bilobatum parecen lograr la transición sin agresión y los empujones con sus antebrazos “pueden jugar un papel importante”.

"Los murciélagos, los únicos mamíferos voladores, tienen numerosos rasgos únicos de historia de la vida", comentó Kohles. "Las crías deben crecer rápidamente. Ahora estamos aprendiendo sobre los comportamientos específicos que tanto las crías como las madres usan para lidiar con esta rápida transición. Y son tan únicos como los murciélagos mismos".

Los brazos de las crías de murciélagos crecieron más rápido que el resto de sus cuerpos. Con estos antebrazos grandes, los cachorros podrían aprender a volar en solo unas pocas noches con la ayuda de sus madres.

Pese a que la investigadora y su equipo solo pudieron observar directamente el comportamiento en su guarida, encontraron pruebas de que las madres recuperaron y llevaron a los cachorros a su guarida mientras aprendían a volar.

"El estudio es un paso para llenar un vacío crítico en nuestra comprensión del desarrollo de los murciélagos", dijo Page sobre el trabajo de Kohles.

Con información del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI).

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