La tierna historia de los perros de la calle que ayudan a los bomberos

• La mascota a quienes todos llaman Chispa es el corazon de los bomberos de Coclé.
• Bomberos de Panamá han acogido con agrado a caninos sin dueños en su cuartel.
• Se pueden ver en los desfiles, aniversarios y formaciónes diarias como parte de la tropa.

Por años, los Cuarteles de Bomberos han acogido con agrado a caninos sin dueño, que llegan buscando un lugar para cobijarse; y con el pasar del tiempo se convierten en, más que mascotas, leales compañeros del personal que cumple turno en cada una de las estaciones del Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá.

En la Zona Regional de Coclé contamos con varias de estas mascotas, las que, con historias interesantes, sirven día a día como guardianes de cada cuartel. En la Estación de El Valle de Antón está “Chomba”, una rottweiler mientras que en Antón está “Canela” y en La Pintada vive “Candela”. En Aguadulce también cuentan con una mascota, la popular “Chispa”.

Chispa se destaca entre todas las mencionadas por su amor por los bomberos, que va más allá de cuidar el cuartel y el sentimiento es mutuo porque a la perrita se le puede ver en cada presentación que tengan los Camisas Rojas en la ciudad de Aguadulce. Durante los desfiles de aniversarios, desfiles patrios, o cualquier acto que realicen los bomberos en la tierra de la sal y el azúcar, siempre se puede apreciar la alegría con la que Chispa participa.

Ella llegó por primera vez, como compañía del Capitán Francisco “Chico” Olivares, miembro fundador, quien todos los días asistía al cuartel Juan Borace. Luego de un tiempo y por la avanzada edad, el Capitán Olivares deja de visitar el cuartel como acostumbraba, pero Chispa continúa asistiendo, hasta que decide quedarse y formar parte del personal de turno.

Se ha ganado el aprecio y cariño de propios y extraños; recibiendo todos los cuidados necesarios para que su salud sea la mejor, tiene sus vacunas al día, cuenta con su collar, ha sido esterilizada, todo gracias al aporte de personas que desinteresadamente le retribuyen su abnegado servicio perruno a la institución.