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'Me han pedido que me fuera', dice obispo crítico del Gobierno de Nicaragua

En la imagen, el obispo auxiliar de la archidiócesis de Managua, Silvio Báez
En la imagen, el obispo auxiliar de la archidiócesis de Managua, Silvio Báez / EFE
Efe
14 de abril 2019 - 15:08

El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, un conocido crítico del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó este domingo que su próxima partida al Vaticano se debe a que le han pedido que salga de su país natal.

"Yo dentro de pocos días me voy a ir de Nicaragua porque me han pedido que me fuera, he dicho que me duele, me duele porque mi pueblo queda crucificado", dijo Báez, ante una multitud en una parroquia de las afueras de Managua.

El obispo ya había adelantado su salida de Nicaragua el pasado miércoles, en una conferencia de prensa en la que también confirmó que en 2018 fue objeto de un plan para asesinarlo, en medio de la crisis social y política local.

En la conferencia, Báez afirmó que fue el propio papa Francisco el que le comunicó, en el Vaticano, que tendrá que abandonar Nicaragua y partir hacia Roma después de la pascua.

Fue la primera vez que el religioso habló de su partida directamente frente a sus fieles, quienes llegaron en masa a la parroquia Santo Cristo de Esquipulas, en el sureste de Managua, para mostrarle su apoyo.

La partida de Báez es vista en Nicaragua como un "exilio forzado", que es celebrado por los seguidores de Ortega.

El obispo, quien salvó la vida de cientos de jóvenes universitarios en la etapa más cruel de la crisis sociopolítica de Nicaragua, entre abril y julio de 2018, fue ampliamente aclamado durante la misa que presidió.

"¡Silvio amigo, el pueblo está contigo!", gritaron los fieles católicos, en ovaciones que se extendían por varios minutos.

Como miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, el religioso participó como mediador del primer diálogo entre el Gobierno y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, entre mayo y julio pasado, que culminó con el abandono unilateral de Ortega, quien acusó a los obispos de apoyar un supuesto golpe de Estado fallido.

Báez fue uno de los obispos que resultó herido durante un ataque de paramilitares oficialistas a un templo católico en Nicaragua, días antes de la acusación de Ortega.

La vida romana no es extraña para Báez, quien entre 2006 y 2009 fue vicepresidente de la Pontificia Facultad de Teología de los Padres Carmelitas en Roma, y dirigió la revista Teresuanum de la Facultad de Teología.

Báez es el coordinador de la traducción del Antiguo Testamento de la nueva versión de la Biblia para América Latina de ediciones Paulina, y es traductor del libro de los Proverbios para la nueva Biblia del proyecto BIA (Biblia de la Iglesia en América), del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).

En la etapa más crítica de la crisis de Nicaragua, de abril a julio de 2018, Báez llegó a ser comparado con el santo Óscar Arnulfo Romero por caminar literalmente entre las balas para salvar la vida de jóvenes que eran atacados con armas de guerra por fuerzas gubernamentales.

Nicaragua vive una crisis que desde abril de 2018 ha dejado 325 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque algunos grupos elevan a 568 las víctimas mortales, y el Ejecutivo reconoce 199.

Adicionalmente se cuentan entre 779 y 809 "presos políticos", casi el doble de los que reconoce el Gobierno, que los identifica como "terroristas", "golpistas" o "delincuentes comunes".

La CIDH ha responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por crímenes de "lesa humanidad".

La Organización de los Estados Americanos (OEA) tiene en proceso la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, por rompimiento del orden constitucional, que de ejecutarse suspendería a Nicaragua del organismo continental.

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