Alemania y el rompecabezas de los migrantes norteafricanos

Desde hace casi un año, Alemania intenta sin éxito solucionar un rompecabezas: ¿cómo expulsar a los solicitantes de asilo tunecinos, marroquíes y argelinos cuando su país de origen rechaza acogerlos? y ¿cómo disuadirlos de venir?

Las autoridades denegaron la solicitud de asilo presentada por el principal sospechoso del atentado del mercado navideño de Berlín, el tunecino Anis Amri, que hubiera sido expulsado si su país no hubiera bloqueado el procedimiento, lo que exaspera a Alemania.

Berlín presionó a Marruecos, Túnez y Argelia en 2016, poco después de que la policía descubriera que la mayoría de los autores identificados de cientos de agresiones sexuales en Nochevieja en Colonia eran ciudadanos del Magreb en situación irregular.

- ¿Cómo bloquear las expulsiones? -

Cuando Alemania quiere devolver a Argelia, Marruecos o Túnez un solicitante de asilo al que se le ha denegado la demanda, pese a la existencia de acuerdos de readmisión, estos tres países reclaman que el interesado tenga un documento nacional de identidad válido. En el caso contrario se opone.

A cualquier tunecino, marroquí o argelino, si quiere evitar una expulsión, le basta con destruir su documentación. Así lo impide, al menos temporalmente.

Entonces Alemania inicia un procedimiento administrativo. Pide oficialmente al país que expida un documento de viaje provisional para la persona que va a ser expulsada, y para ello debe proporcionar los elementos que prueben su identidad (por ejemplo las huellas dactilares).

En el caso de Anis Amri, cuya solicitud fue rechazada en junio de 2016, el trámite llevó meses. Túnez negó que fuese tunecino, antes de acabar reconociéndolo. El visto bueno de Túnez para la expulsión llegó a Alemania el miércoles, dos días después del atentado.

Al comienzo del año, el ministro del Interior alemán Thomas de Maizière viajó a estas tres capitales magrebíes y volvió con la promesa de una cooperación en materia de expulsión y de readmisión.

- ¿Cuántos casos? -

Los ciudadanos de estos países del norte de África no tienen casi ninguna posibilidad de obtener el estatus de refugiado. Entre enero y noviembre de 2016, la tasa de demandas de asilo aprobadas era del 2,7% en el caso de los argelinos, del 3,5% en el de marroquíes y el 0,8% en el de los tunecinos.

Entre enero y noviembre de 2016, 3.416 argelinos, 3.829 marroquíes y 902 tunecinos presentaron demandas de asilo. En el primer semestre, 56 personas fueron expulsadas a Argelia, 43 a Marruecos y 67 a Túnez.

- ¿Países seguros? -

Frente a estas dificultades, el gobierno alemán decidió catalogar como "países seguros" a los tres Estados del Magreb, un mensaje enviado a los candidatos a la migración para darles a entender que sus posibilidades de quedarse en Alemania son casi inexistentes.

Concretamente, esta clasificación facilita y acelera la denegación de las demandas de asilo e impone un lugar de residencia a los interesados para que puedan ser expulsados sin demora.

Pero las cosas no transcurrieron como estaban previstas. Los diputados votaron la ley pero la cámara alta la bloqueó. Con lo cual a día de hoy estos países no entran en la categoría de "seguros".

En esta cámara que representa a las regiones, la coalición liderada por la canciller Angela Merkel no tiene una mayoría suficiente y necesita el respaldo de parte de la oposición. Pero ésta, sobre todo los Verdes, se resiste aduciendo discriminaciones contra los homosexuales, violaciones de la libertad de expresión y tortura en esos tres países magrebíes.