El Gobierno inicia el debate del 'brexit' acusado de desacato al Parlamento
La primera ministra británica, Theresa May, inició hoy el debate sobre el acuerdo del "brexit" en la Cámara de los Comunes, después de que el Parlamento aprobara una moción que acusa a su Gobierno de "desacato".
Poco antes de que arrancara el debate, que se prolongará durante cinco días, la cámara apoyaba por 311 votos a favor y 293 en contra que el Ejecutivo desacató al Parlamento al no publicar todo el análisis legal recibido sobre el pacto del "brexit", como le exigía un mandato anterior.
Tras conocer el resultado de la votación el Ejecutivo británico anunció que mañana difundirá el análisis "completo y definitivo" ofrecido por el abogado general del Estado, Geoffrey Cox, algo que hasta ahora había rehusado hacer porque, según el ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, "imposibilita" la tarea de gobernar.
Se trata de la primera vez que la Cámara de los Comunes acusa a los ministros de desacato al Parlamento, algo que el portavoz laborista del "brexit", Keir Starmer, calificó hoy de "lamentable".
Sin embargo, la acusación no minó el ánimo de la primera ministra, que acudió a Westminster a dar comienzo al debate del pacto del "brexit" y a pedir a los diputados que apoyen el Acuerdo de Salida y la declaración política que establecerá la futura relación entre Londres y Bruselas.
Para May, su acuerdo ha logrado combinar el deseo de abandonar la Unión Europea (UE) expresado por el 52 % de la población en el referéndum de 2016 y el respeto al otro 48 % que abogó por la permanencia.
La "premier" reconoció que en la cámara existen parlamentarios de ambas posiciones, "algunos que les gustaría una relación más cercana con la UE" y otros que, por el contrario, "preferirían alejarse más" del bloque comunitario.
En ese contexto apeló a su "compromiso" y subrayó el espíritu conciliador de su pacto, con el que, a su juicio, "el país empezará a unirse".
Rechazó la celebración de un segundo referéndum sobre la UE, que "exacerbaría la división" en el Reino Unido y supondría un agravio democrático para aquellos que votaron por el "brexit" hace dos años.
La discusión sobre el abandono del club se ha "alargado demasiado", opinó May, que pidió a los parlamentarios "terminar con esto" y apoyar su acuerdo porque garantiza "una salida suave y ordenada" de la UE el próximo 29 de marzo.
Respecto a la salvaguarda incluida en el plan para evitar el restablecimiento de una frontera estricta entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, afirmó que "no había posibilidad de acuerdo" sin esa cláusula conocida como "backstop".
May recordó que esa garantía únicamente se aplicará en el caso de que Londres y Bruselas no hayan llegado a otra solución al término del periodo de transición, el 31 de diciembre de 2020, y que, en cualquier caso, "el texto dice específicamente que sería algo temporal".
Si finalmente este 11 de diciembre los diputados dan su respaldo al acuerdo y a la declaración política, la política conservadora adelantó que el Parlamento tendrá "un mayor papel" en la siguiente fase de las negociaciones con Bruselas.
Esta, explicó, consistirá en "transformar la ambiciosa declaración política en un nuevo acuerdo legal con la UE", para lo que quiere contar con la "experiencia" de los diputados, que serán consultados sobre la posición del Reino Unido.
En el caso de que el próximo martes el Parlamento no apoye los dos textos, la Cámara de los Comunes aprobó hoy una enmienda, presentada por el conservador Dominic Grieve, que asegura que los diputados podrán votar a favor de un "plan B" en enero.
Por su parte, el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, declaró hoy que una salida de la UE sin acuerdo "no es una opción" y que su formación "forzará al Gobierno" a volver a Bruselas a renegociar el acuerdo. "El Gobierno no está recuperando el control, lo está perdiendo", sentenció.