Brasil suspende pacto de no comerciar soja de tierras deforestadas de Amazonía
La Cade decidió abrir un "procedimiento administrativo" contra esas empresas, tras recibir una solicitud de la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados.
Brasil/El organismo regulador de la competencia en Brasil suspendió una moratoria de grandes empresas que se comprometían a no comprar soja procedente de tierras deforestadas en laAmazonía, una decisión fuertemente criticada por las ONG ambientalistas, a tres meses de la COP30 en Belém.
El Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) anunció la noche del lunes la suspensión como una "medida preventiva", al considerar que el acuerdo, vigente desde 2006, "constituye un pacto de no competencia entre empresas que perjudica la exportación de soja".
Brasil es el mayor exportador mundial de soja.
Una treintena de empresas exportadoras signatarias de la moratoria, entre ellas gigantes como la estadounidense Cargill y la francesa Louis Dreyfus, tienen diez días para desvincularse, so pena de fuertes multas.
La Cade decidió abrir un "procedimiento administrativo" contra esas empresas, tras recibir una solicitud de la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados.
El Congreso tiene mayoría conservadora y numerosos legisladores representan el poderoso lobby del agronegocio, uno de los motores del crecimiento de la primera economía de América Latina.
La moratoria había sido firmada en 2006 por representantes de la industria de la soja, bajo presión sobre todo del mercado europeo frente al aumento de la deforestación en la Amazonía.
Los firmantes se comprometían a no comerciar soja procedente de tierras deforestadas a partir de 2008 en la mayor selva tropical del mundo.
La suspensión suscitó una ola de críticas de organizaciones como Mighty Earth, para la cual "allana el camino hacia aún más deforestación en uno de los ecosistemas más vitales del planeta".
"Es inconcebible que la moratoria haya sido suspendida a tres meses de la COP30", la conferencia de la ONU sobre el clima, que se realizará en noviembre en la ciudad amazónica de Belém, lamentó por su parte Cristiane Mazetti, representante de Greenpeace en Brasil, citada en un comunicado.
La suspensión "estimula la deforestación (...) y priva al consumidor del derecho a elegir productos que no contribuyan a la devastación de la Amazonía", afirmó.
Según varias ONG, la deforestación cayó 69% entre 2009 y 2022 en las zonas incluidas en la moratoria.
La decisión de Cade, por el contrario, fue celebrada por la Asociación de Productores de Soja del estado amazónico de Mato Grosso (centro-oeste), que la consideró una medida "histórica en la defensa de la libre competencia".