Ecuador: misa del Papa podría reunir a 1 millón de personas
El papa Francisco viajaba el lunes al puerto ecuatoriano de Guayaquil para celebrar una misa que se espera reúna a más de 1 millón de personas, mientras el primer pontífice latinoamericano visita su continente natal con un mensaje de compasión por los débiles y respeto a un planeta enfermo.
Francisco tiene una agenda relativamente tranquila para su primer día completo en Ecuador. Primero tomará un vuelo rápido a Guayaquil para celebrar una misa en el santuario de la Divina Misericordia, y después comerá con un grupo de compañeros jesuitas.
Es probable que el punto más destacado del encuentro sea su reunión con el padre Francisco Cortés, conocido cariñosamente como "padre Paquito".
Hace años, cuando el papa, nacido en Argentina, era simplemente el sacerdote Jorge Mario Bergoglio, le confió a Cortés la tutela de varios seminaristas que hicieron viajes de estudios a Ecuador.
En una entrevista reciente, Cortés dijo que no podía haberse imaginado que Bergoglio se acordaba de él, y mucho menos que estuviera decidido en visitarle para comer con él.
"No sé qué preguntarle, él ha dicho que quiere hablar conmigo y yo estoy admirado que venga. Por primera vez, personalmente, he conocido a un papa", dijo el sacerdote, que pronto cumplirá 91 años.
El llamado "papa de los pobres" regresó el domingo al Sudamérica hispanohablante por primera vez desde su nombramiento, e hizo hincapié en la necesidad de proteger a los pobres y al medio ambiente de la explotación, así como en fomentar el diálogo entre todos los sectores de la sociedad.
Desde que fue elegido como papa en 2013, su único viaje a Latinoamérica fue a Brasil, donde se habla portugués.
Niños vestidos con trajes tradicionales recibieron a Francisco en el aeropuerto de Mariscal Sucre, a las afueras de la capital ecuatoriana, donde el viento le arrebató el solideo (gorro de tela) cuando bajaba del avión tras un vuelo de 13 horas desde Roma.
En su primer mensaje ante el presidente, Rafael Correa, Francisco mencionó algunos de los temas clave de su gira, que también le llevará a Bolivia y Paraguay: la necesidad de atender a los más desfavorecidos, garantizar un desarrollo socialmente responsable y defender a la Tierra de un desarrollo que antepone los beneficios a todo lo demás, y que según dijo perjudica sobre todo a los pobres.
Otros puntos en la agenda de Francisco esta semana son la visita a una violenta prisión boliviana, una barriada paraguaya propensa a las inundaciones y una reunión con grupos de base en Bolivia, lo que le pondrá en contacto a los mismos grupos a los que se acercó como arzobispo en Buenos Aires.
Se espera que la asistencia sea masiva. Aunque los países de su gira son pequeños, tienen una ferviente población católica: el 79% de los ecuatorianos son católicos, al igual que el 77% de los bolivianos y el 89% de los paraguayos, según el Centro de Investigaciones Pew.