Enfermeros y universitarios protestan por la 'burla' que son sus sueldos
Los enfermeros y los profesores universitarios de Venezuela protestaron hoy en Caracas y en el interior del país por la "burla" que son sus sueldos pues lo que ganan no les alcanza para subsistir en medio de una crisis sin precedentes que ha pulverizado el poder de compra del bolívar.
Las cercanías de los principales hospitales de la capital venezolana, así otros ubicados en los estados Lara, Mérida, Trujillo, Portuguesa (oeste), Falcón (noroeste), Aragua y Carabobo (centro) fueron escenario de manifestaciones en las que los enfermeros pidieron salarios que les alcancen, al menos, para comer.
En medio de esta jornada de protestas, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la destitución del ministro de Salud, Luis López, cargo en el que designó al médico fisiatra Carlos Alvarado.
Se trata del octavo jefe de esta cartera desde que Maduro llegó a la Presidencia en 2013 y desde entonces hasta ahora, el sistema sanitario del país ha sufrido un colapso que se traduce en hospitales en ruinas, falta de medicamentos y daño de equipos médicos.
En las afueras del Hospital de Niños J.M de Los Ríos (centro de la ciudad), una institución de referencia nacional, un grupo conformado por unas veinte enfermeras paralizó el tráfico para exigir, no solo un pago digno, sino también un mejor trato por parte de los directivos del centro asistencial.
Johanna Rivas, enfermera desde hace 12 años en ese hospital, dijo a Efe que el sueldo que percibe actualmente no le alcanza "para nada".
"Antes podía comprar comida, podía llevar a mi hija al cine, podía comprarle los útiles, podía comprarle la merienda, podía viajar, cosa que no puedo hacer ahora", comentó tras informar que solo gana 500.000 bolívares quincenales (entre 0,25 y 4 dólares según tasas oficiales).
"Te presionan porque tienes que venir con el uniforme impecable, pulcro, pero cómo compramos jabón, una bolsa de jabón vale 6.000.000 de bolívares y nosotros ganamos 500.000, es una burla y una falta de respeto", se quejó.
En el hospital Magallanes de Catia, ubicado en el oeste de Caracas, el delegado sindical de este centro, José Luis Spitia, dijo a Efe que además de exigir mejores salarios piden mejoras generales en los hospitales. "Los pacientes no tienen comida, los ascensores no funcionan", dijo y agregó que en el marco de esta protestas solo están siendo atendidas las emergencias.
La representante del Sindicato Hospitales y Clínicas Mayerling Méndez, obrera del hospital del oeste de Caracas El Algodonal, aseguró a Efe que "las camareras no tienen material de limpieza" para realizar su trabajo y que son los mismos familiares de los pacientes los que les llevan los productos.
"La comida de los pacientes es una arepita sola, es pasta sola, es arroz solo, no tienen nada los pacientes para comer aquí en el hospital, no hay medicamentos, no hay insumos, aquí no hay nada", agregó Méndez.
Una de las médicas jefes del servicio de Cirugía de El Algodonal, Marieta Rea Lares, comentó a Efe: "Por los miserables sueldos se ha ido todo el mundo de aquí, y bueno, cada vez tenemos menos médicos, menos enfermeras, el servicio mío que son 48 camas queda una sola enfermera de guardia en la noche porque no hay personal".
Entretanto los profesores de 18 universidades públicas de Venezuela iniciaron un paro por 24 horas en demanda de mejoras salariales y han anunciado que harán más actividades de protestas a lo largo de la semana hasta lograr que el Gobierno de Maduro atienda la situación.
"Es imposible hoy que un profesor universitario, un obrero, un empleado pueda mantener a la familia (...) le estamos pidiendo al Gobierno nacional unos salarios dignos", dijo a periodistas el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (estado Bolívar, sur), Raúl Brito.
Los profesores de esta universidad, que protestaban tocando cacerolas señalaron que en 1999 -antes de que Hugo Chávez se instalara en la Presidencia- tenían un salario que al cambio en divisas representaba 2.000 dólares y que en la actualidad solo ganan "2 dólares".
Las universidades, denuncian los docentes, tampoco cuentan con los materiales básicos para su funcionamiento, y sufren además de las fallas en servicios básicos de luz y agua.