La izquierda, con Petro, se aproxima al poder en Colombia
Colombia
Bogotá/Como nunca antes, la izquierda parece aproximarse al poder en Colombia. El senador y exguerrillero Gustavo Petro parte como el gran favorito para las presidenciales de mayo tras obtener un resultado contundente en las legislativas del domingo.
"El Pacto Histórico ha logrado el mejor resultado del progresismo en la historia de la República de Colombia", se felicitó el dirigente de 61 años que encabeza todas las encuestas presidenciales.
Su ascenso llevó a las fuerzas de centro-derecha, que incluyen al gobierno, a alinearse este lunes para detenerlo. Lastrado por la impopularidad del presidente Iván Duque, el partido Centro Democrático desistió de su candidato y apoyó la aspiración del exalcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.
La alianza de izquierdas que lidera Petro fue también la más votada junto a los conservadores en el Senado y pasó a ser la segunda fuerza en la cámara de diputados, detrás de los liberales, los partidos tradicionales en la política colombiana.
Con la mayor votación en las primarias, el izquierdista representará al "progresismo" en los comicios que decidirán el sucesor de Duque, quien por ley no podrá optar por la reelección al término de su mandato de cuatro años.
Un exguerrillero que combatió al Estado hasta 1990 para luego firmar la paz, llegar al Senado (2006), y saltar a la alcaldía de Bogotá (2011), podría terminar con una tradición de siglos.
Antes y después
Con 16 escaños en el Senado y 25 en la Cámara Baja, el Pacto Histórico se alzó con la victoria en las legislativas. El resultado "abre un antes y un después para la izquierda", dijo a la AFP Juan Carlos Rodríguez, del Observatorio de Democracia de la Universidad de Los Andes.
La coalición opositora cumplió "las expectativas de ser la consulta mas votada": 1,9 millones más que la centro-derecha, que eligió a 'Fico' Gutiérrez y 3,4 millones por encima del centro, que buscará el poder con el exgobernador Sergio Fajardo, afirmó Cristian Rojas, director de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana.
Esto "realmente muestra un crecimiento contundente" para un sector político que, por cuenta del conflicto armado de seis décadas, ha sido asociado con las guerrillas de izquierda.
Ahora los parlamentarios "necesariamente tienen que hacer alianzas" para ser mayoría en un Congreso de 296 asientos, estimó Daniel García, profesor de la Universidad Nacional.
Sumando a los partidos de centro, los indígenas y los exguerrilleros de las FARC que firmaron la paz en 2016 "de todas maneras quedan por debajo del 50%", matizó.
Desgaste
El gobierno de Duque, que ronda el 70% de desaprobación, arrastró a la derecha al filo del abismo. Para el próximo periodo legislativo, que irá hasta 2026, el gobernante Centro Democrático, hasta hoy la fuerza parlamentaria más influyente, tendrá el sol en la espalda con 30 congresistas, 21 menos que los conseguidos en 2018.
Se trata de "un retroceso importante", estima Rodríguez. "Son el partido de gobierno y tienen muy poco para mostrar", ante los estragos económicos de la pandemia y el malestar social que salió a flote con las masivas protestas de los últimos años, duramente reprimidas.
Según Rojas, "es una derrota para Duque y es responsabilidad suya también por el desgaste de su gobierno".
El Centro Democrático "pierde muchos votos en el Congreso, pero el golpe más contundente es que no es una opción para la presidencia en este momento".
Óscar Iván Zuluaga, el alfil del influyente expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) - impulsor de Duque y quien renunció al Senado por sus líos con la justicia por presunta manipulación de testigos - renunció a su candidatura para apoyar a Gutiérrez.
Los expertos coinciden en que los adversarios del actual senador y exalcalde de Bogotá se reorganizarán para evitar su victoria en mayo, cuando necesitará más del 50% de los votos para esquivar la segunda vuelta.
Conflicto en el pasado
Es "el primer año en muchas décadas donde el tema del conflicto y la paz no estaban en el centro del debate y esa era la gran cabeza de lanza" del Centro Democrático, explica Rodríguez.
Para el académico García, el discurso "de guerra y paz como se planteó hace cuatro años", cuando la exguerrilla de las FARC acababa de dejar las armas, "definitivamente quedó subordinado a unas preocupaciones y unas realidades distintas".
El electorado, en un 42% sumido en la pobreza, "busca salidas más claras y mas nítidas de cambio" dejando atrás el conflicto entre grupos guerrilleros, paramilitares y agentes estatales que dejó nueve millones de víctimas, concluyó.
Así, el próximo round electoral será entre una izquierda cohesionada que promete profundas reformas económicas y sociales, y una derecha debilitada que a desde ya busca desesperadamente un salvavidas.