Caso Leopoldo Lester: dolor, incertidumbre y una búsqueda deja preguntas

El país permanece atento a los resultados de las investigaciones que ahora adelanta el Ministerio Público, mientras la familia de Lester pide respuestas claras.

Danna Durán - Redactora
30 de abril 2025 - 20:12

Ciudad de Panamá, Panamá/Después de 17 días de angustia, incertidumbre y un clamor público que fue creciendo con el paso de los días, finalmente se confirmó el hallazgo del cuerpo sin vida del señor Leopoldo Lester Caballero, un hombre de 69 años cuya desaparición movilizó a toda una comunidad y expuso las debilidades en los protocolos de búsqueda de personas en el país.

El caso ha generado conmoción nacional no solo por su desenlace, sino por el desarrollo de los hechos, las decisiones institucionales que marcaron el rumbo de la búsqueda y la percepción, por parte de la ciudadanía, de que no se hizo lo suficiente en los momentos clave.

Una desaparición en medio de una tradición religiosa

Todo comenzó el sábado 12 de abril. Leopoldo Lester, conocido en su comunidad por su participación en actividades religiosas y su carácter tranquilo, ingresó junto a otras personas a un área boscosa en Loma Cová, distrito de Arraiján. El grupo tenía como propósito recolectar pencas para ser utilizadas en celebraciones de Semana Santa, una práctica común en muchos sectores del país.

Sin embargo, ese día, Leopoldo no regresó. Sus acompañantes lograron salir del bosque, pero él no fue visto más. De inmediato se encendieron las alarmas entre familiares y vecinos, y al día siguiente se activó un operativo de búsqueda encabezado por la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).

Siete días de búsqueda intensa… luego el silencio

Durante siete días, más de 78 miembros de la FTC, junto con voluntarios, familiares y habitantes del área, participaron en labores de rastreo. Se exploraron distintas zonas del distrito, utilizando drones, perros rastreadores y equipos especializados. La esperanza de encontrar con vida al señor Lester era compartida por muchos.

No obstante, el 19 de abril, las autoridades decidieron suspender la búsqueda activa. El caso pasó a ser investigado formalmente por el Ministerio Público. Aunque esta es una práctica habitual en protocolos de búsqueda, la decisión generó malestar y desazón entre sus familiares, quienes insistían en que aún quedaban zonas por explorar y que abandonar el rastreo era prematuro.

El clamor de la familia y la presión ciudadana

La incertidumbre fue creciendo con los días. El 27 de abril, luego de más de una semana sin noticias, la familia de Leopoldo Lester alzó su voz públicamente.

Con pancartas y consignas, realizaron una manifestación para exigir que se retomaran las labores de búsqueda. El caso comenzaba a captar la atención nacional, no solo por el drama humano, sino por las dudas sobre el manejo del operativo.

Hallazgo y cierre de una etapa, pero no del caso

Dos días después de la manifestación, el martes 29 de abril, las autoridades confirmaron el hallazgo del cuerpo sin vida de Leopoldo Lester. Fue encontrado en una zona boscosa cercana a Panamá Pacífico, relativamente próxima al área donde se le vio por última vez. Aún se desconocen las causas de su muerte, y el Ministerio Público ha iniciado las diligencias forenses correspondientes.

Aunque se ha cerrado un capítulo marcado por la búsqueda física, se abre ahora una etapa de interrogantes: ¿qué falló en el protocolo de búsqueda? ¿Pudo haberse encontrado con vida si se hubiese insistido unos días más? ¿Qué hizo que se descartaran zonas cercanas a Loma Cová, donde finalmente fue hallado?

Un caso que expone vacíos estructurales

Más allá de la tragedia familiar, el caso de Leopoldo Lester deja al descubierto varios aspectos que deben ser revisados. En primer lugar, la necesidad de protocolos de búsqueda más flexibles y adaptables a las características del terreno y de la persona desaparecida. En segundo lugar, la importancia de mantener una comunicación constante y efectiva con las familias durante todo el proceso.

Además, la presión ciudadana y mediática fue, sin duda, un factor determinante para que se retomaran las acciones que llevaron al hallazgo del cuerpo. Esto plantea la inquietante pregunta: ¿qué ocurre con los casos que no reciben atención pública o cobertura mediática?

Hoy, la familia Lester enfrenta el dolor de la pérdida, pero también el desafío de buscar justicia y respuestas. En sus palabras hay tristeza, pero también una firme convicción de que el caso no debe quedar en el olvido.

Con información de Hellen Concepción.

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