Colón enfrenta una compleja crisis socioeconómica que agrava la violencia

Colón/Durante un reportaje desde el Parque de Calle 2, en la Avenida Central, el investigador social Gilberto Toro explicó que muchas familias colonenses viven en condiciones de extrema vulnerabilidad. Tras el reciente incendio ocurrido en Calle 3 y Bolívar, varias familias quedaron prácticamente en situación de calle, reflejando una realidad marcada por baja escolaridad, desempleo, hacinamiento y necesidad de vivienda digna.

Toro destacó que en el casco de Colón este perfil socioeconómico es predominante. “Estas personas ya tenían una vida precaria y ahora, con el incendio, han perdido lo poco que tenían; imagínese las que aún no han sufrido una desgracia, pero viven en el mismo nivel de precariedad”, señaló.

Según el investigador, la falta de oportunidades laborales y educativas alimenta un círculo vicioso. Muchas personas no logran conseguir empleo por su baja preparación, y quienes están capacitados también enfrentan la falta de plazas formales. “En Colón el desempleo supera el 10%, y la economía informal no garantiza estabilidad. “Hoy puedes vender frutas en la calle, pero mañana te desalojan”, advirtió.

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Esta situación, sumada a la pobreza, la inequidad social y la falta de planes de desarrollo, genera lo que Toro calificó como el “caldo de cultivo ideal para la criminalidad”. En lo que va de 2025, Colón ha registrado más de 60 homicidios, 15 de ellos solo en las dos primeras semanas de julio. La mayoría de estos crímenes están relacionados con disputas entre pandillas por control de territorios y actividades ilícitas.

Toro recordó que en el pasado se implementaron estrategias exitosas de intervención social y comunitaria que lograron reducir la violencia, pero actualmente no existe un plan integral para la provincia. “En los años 90, Colón cerraba a las 4 de la tarde por violencia, pero hubo programas que funcionaron. Hoy ignoramos planes elaborados por los propios ciudadanos, mientras se destinan millones a operativos policiales que no atacan el problema de raíz”, afirmó.

Finalmente, enfatizó que la seguridad ciudadana no es solo responsabilidad de la policía, sino también de la comunidad, siempre y cuando se le permita participar en las soluciones.

La situación en Colón refleja la urgencia de un plan de desarrollo social y económico sostenido, que involucre tanto a las autoridades como a los habitantes, para romper el ciclo de pobreza, marginalidad y violencia.