Confesiones 'drive-thru', y otras adaptaciones de la Iglesia Católica en la nueva normalidad

Confesiones 'drive-thru', y otras adaptaciones de la Iglesia Católica en la nueva normalidad
Confesiones 'drive-thru', y otras adaptaciones de la Iglesia Católica en la nueva normalidad / Cortesía

Confesión desde el carro. La parroquia San Francisco de la Caleta está recibiendo las confesiones de sus fieles de una forma diferente, para prevenir contagios de COVID-19.

El sacerdote espera en el estacionamiento, dónde recibe a una persona que se confiesa desde su vehículo. Tanto el sacerdote como el creyente utilizan mascarilla (y visor en caso del sacerdote).

Se trata de una iniciativa poco común, que hasta el momento solo ha adoptado esta parroquia. Sin embargo, la Iglesia Católica ha establecido múltiples controles en todos sus templos para cumplir con las medidas de bioseguridad.

"La Iglesia está cumpliendo con todas las normas que nos ha exigido el Ministerio de Salud", asegura el diácono César Manzanares, miembro del Consejo de Salud e Higiene COVID-19 de la Arquidiócesis de Panamá.

Los templos católicos permanecen abiertos hasta el sábado, con un afor máximo del 25% de su capacidad. Varias parroquias han establecido plataformas para que las personas se registren y separen sus puestos con anticipación.

Se recomienda llegar con tiempo y formar las filas manteniendo el distanciamiento físico de 2 metros. En la puerta, se toma la temperatura de las personas y se les da gel alcoholado para limpiar sus manos. Aquellos con más de 37.5°, no pueden entrar y se les instruye a que se pongan en contacto con autoridades de salud.

Al entrar, los fieles son acompañados a sus puestos designados (suelen ser 2 personas por banca para mantener el distanciamiento).

Para la comunión, asistentes instruyen a los fieles cuando pueden levantarse para hacer la fila. Se les limpia las manos con alcohol y esperan guardando la distancia. Al momento de comulgar, mueven su mascarilla hacia un lado.

La salida del templo se hace de atrás hacia adelante para evitar conglomeraciones.

Manzanares añade que gracias al registro de puestos se puede ayudar con la trazabilidad a las autoridades de salud. De reportarse un caso positivo, es posible determinar las personas que estaban sentadas a su alrededor y que serían posibles contactos.

"Es importante respetar las normas establecidas, es por el bien de todos", concluyó el diácono.

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