Afectaciones por retiro de personal de la Contraloría en la Universidad de Panamá. Estudiantes explican
La situación ha afectado otros aspectos académicos, como el funcionamiento de laboratorios dañados por gases lacrimógenos y la suspensión de viáticos para giras estudiantiles, según indica un dirigente universitario.
Ciudad de Panamá/Eliézer Rivera, de la Unión de Estudiantes Universitarios, indicó en entrevista con Noticias AM que la decisión del contralor general, Anel Flores, de retirar al personal de la Contraloría de la República de la Universidad de Panamá ha generado un impacto significativo en el funcionamiento de la institución.
El retiro del personal, ocurrido el pasado 7 de mayo, fue justificado por la Contraloría alegando motivos de seguridad ante las protestas registradas en el campus. Sin embargo, Rivera considera que esta medida responde a una represalia tras una marcha multitudinaria organizada por estudiantes, docentes y administrativos en defensa de la autonomía universitaria y en rechazo a un memorando emitido por la entidad fiscalizadora.
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“Lo vemos como una medida de aflicción. La Universidad ha sido históricamente un bastión de lucha social, y esta decisión parece un castigo por ejercer ese derecho”, expresó Rivera.
Cierre de cafeterías y afectación a estudiantes
Uno de los efectos más inmediatos ha sido el cierre total de las cafeterías del campus central, debido a la falta de refrendo de órdenes de compra para insumos alimenticios. Según Rivera, más de 50,000 estudiantes se ven afectados, ya que estas cafeterías también abastecen a los centros regionales.
“El menú que se ofrece en estas cafeterías incluye desayuno, almuerzo y cena por solo 50 centavos. Hoy, más de 35,000 estudiantes en el interior del país no tienen acceso a este beneficio”, explicó.
Suspensión de clases y llamado al diálogo
El Consejo Académico de la universidad suspendió las clases presenciales en el campus central, aunque las actividades continúan en los centros regionales. Rivera hizo un llamado al contralor y al presidente de la República para que se sienten a dialogar con las autoridades universitarias y la dirigencia estudiantil.
“No se puede condicionar el refrendo a que cesen las protestas. Esta es una medida política que escapa del estricto derecho”, afirmó.
Además, denunció que la situación ha afectado otros aspectos académicos, como el funcionamiento de laboratorios dañados por gases lacrimógenos y la suspensión de viáticos para giras estudiantiles.
Rivera concluyó reiterando la disposición al diálogo y la necesidad de encontrar soluciones que no perjudiquen el derecho a la educación y alimentación de los estudiantes.