Gobierno niega contaminación en río Tabasará
Luego de que saliera a la luz pública una versión sobre la muerte de un menor en Chiriquí, el Gobierno negó que el río Tabasará esté contaminado.
Agustín Saldaña, director del Ministerio de Salud (Minsa), había explicado que se trata de un grupo de familias que se han asentado en un sector conocido como “El Matadero” en Divalá, en la provincia chiricana, quienes viven en condiciones de insalubridad y con fuentes de agua contaminada.
Según esa versión, el bebé ingirió agua contaminada, pero el funcionario no especificó que se trataba del río Tabasará.
Sin embargo, este miércoles, José Ramos, asesor del Ministerio de Gobierno, dijo que el río no está contaminado y que el tema fue que la familia quería enterrar al menor en las orillas del río, que son propiedad de la empresa Genisa, que construye el proyecto Barro Blanco, el cual ha generado el rechazo de un grupo de indígenas.
A la familia no se le permitió enterrar al menor, cuyos restos estaban en descomposición en ese lugar.
Según el funcionario, el pequeño murió de una neuroinfección porque padecía de hidrocefalia, también sufrió convulsiones severas y había sido tratado en el hospital.
El proyecto hidroeléctrico Barro Blanco fue suspendido de manera temporal en febrero pasado por decisión del Ejecutivo panameño, que alegó incumplimientos medioambientales y falta de entendimiento con la comunidad indígena Ngäbe Buglé aledaña.
El Ejecutivo panameño instaló una mesa de diálogo para decidir el futuro de Barro Blanco, que empezó a construirse en 2011 y registra un avance del 95 %, y tras meses de negociaciones acordó el pasado 10 de agosto con los indígenas acabar las obras.
Entonces se anunció que la explotación a futuro de Barro Blanco dependía de una nueva etapa de negociaciones entre el Gobierno y los indígenas sobre aspectos técnicos de la obra, que ejecuta el consorcio Genisa, para que se culmine sin riesgos.
