Habitantes de calle se toman puente peatonal en Pan de Azúcar
Ciudad de Panamá/Un grupo de al menos ocho personas, entre ellos panameños y extranjeros, vive desde hace varios meses en un puente peatonal ubicado en el sector de Pan de Azúcar, en el distrito de San Miguelito, en precarias condiciones.
Entre estos habitantes de calle, se encuentra Juan Manuel, un hombre de 32 años que llegó al país en busca de trabajo, pero asegura que la falta de oportunidades y los permisos laborales lo llevaron a instalarse en el paso peatonal. “No me puedo morir de hambre, tampoco quiero hacer lo malo. Día a día trato de sobrevivir”, expresó con resignación.
Juan Manuel explica que, junto con otros ocupantes del puente, han tratado de mantener el área limpia, luego de que desconocidos arrojaran basura y desechos en el lugar. “Nos pusimos de acuerdo y dijimos que no íbamos a permitir más eso. Queremos mantener esto limpio, aunque estemos aquí”, añadió.
Además de él, en el sitio también reside una mujer de 32 años que prefirió no mostrarse ante las cámaras por vergüenza. Según contó, lleva meses viviendo bajo el puente tras perder su vivienda y no poder pagar alquiler.
Durante el recorrido, se observaron colchones, sillones, pallets, ropa y sábanas que los ocupantes utilizan para improvisar espacios donde dormir y protegerse del clima. Algunos residentes del área manifestaron preocupación y pidieron a las autoridades tomar medidas.
Moradores preocupados
“Esto es un caos. Paso por aquí todos los días y un día tuve que correr porque uno de ellos estaba desorientado. Las autoridades tienen que intervenir, no pueden permitir que esto siga así”, relató una vecina del sector.
Otros residentes coincidieron en que la situación refleja un problema social profundo, agravado por la falta de oportunidades laborales y atención a personas en condición de vulnerabilidad. “Es un espejo feo para el país”, expresó otro testigo.
Tanto vecinos como los propios ocupantes del puente solicitan la intervención de las autoridades locales y de bienestar social para ofrecer soluciones reales. Mientras tanto, el puente peatonal de Pan de Azúcar sigue siendo un refugio improvisado para quienes no tienen otro lugar donde dormir.