¿Hay razón para que los alimentos estén tan caros en Panamá?

Para el economista Raúl Moreira, la figura del intermediario se ha convertido en un tema gravísimo en Panamá debido al manejo de la libre oferta y demanda que le da vía libre a los comerciantes para establecer sus precios como mejor les parezca.

Sin embargo, más allá de esto, considera que el problema real es la falta de voluntad política de los gobernantes para implementar medidas que permitan que el alimento que se cosecha en los campos del país llegue de forma directa a los consumidores con la menor variabilidad posible. Para ello, ya existe la figura del Instituto de Mercadeo Agropecuario, pero sin los recursos necesarios para convertirse en una alternativa, la población se ve obligada a pagar altos costos por la comida.

Señaló que ahora, en medio de la campaña política, todos los aspirantes prometen la creación de mercados periféricos, pero vuelve a pasar el periodo gubernamental y la situación sigue siendo la misma, lo que hace suponer que los que financian las campañas, son los que están detrás de las decisiones políticas de manera que sus propios intereses no se pongan en peligro.

A juicio de Moreria, los intermediarios en Panamá son muy poderosos y no cree que la variabilidad en los productos se detenga, y lo explicó a través de la volatilidad que experimentaron ciertos alimentos en los últimos años. Por ejemplo, las carnes tuvieron una volatilidad de 126.98% en el 2021, mientras que en el 2022 pasó a 221%. En cuanto al rubro de los cereales donde se incluye el arroz, la volatilidad en 2021 fue del 12.83%, mientras que en el 2022 se disparó llegando a 300.83%.

En ese sentido indicó que mientras se mantenga el esquema de libre oferta y demanda en el país, los consumidores estarán obligados a buscar los alimentos en los comercios donde se vendan más baratos.

Soberanía del consumidor

El economista habló del terminó de "soberanía del consumidor", el cual define aquello de que nadie puede obligar a las personas a comprar un producto de una determinada marca ya sea por sus características o propiedades.

Finalizó diciendo que las instituciones públicas tienen el deber y compromiso de orientar a los consumidores para que decidan con base a la calidad y el precio, dónde mejor comprar sus productos.