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Ciudad de Panamá/El desempleo e informalidad ha ido creciendo en los últimos años y, según los más recientes informes, afecta a más de 700 mil personas en el país. Son ciudadanos que trabajan en las calles, en condiciones precarias, para llevar el sustento a sus hogares. Justamente, la generación de empleos representa uno de los principales retos que tiene el actual gobierno para frenar el fenómeno que va en subida.
Roberto Pinnock, sociólogo, destacó que la raíz del problema radica en la incapacidad del país para generar suficientes empleos formales. La falta de demanda, especialmente en sectores clave como la agricultura, está dejando a miles de ciudadanos sin opciones laborales estables.
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Pinnock explicó que la informalidad se ha convertido en una "forma de subempleo", donde las personas se ven obligadas a buscar trabajos sin seguridad social ni beneficios, enfrentando jornadas extensas y salarios insuficientes. "El sector informal no solo está compuesto por vendedores en las calles, sino también por médicos y otros profesionales que, ante la falta de contratación formal, deben buscar alternativas fuera de lo tradicional", comentó.
Judith es una de las tantas historias de quienes viven esta realidad. A sus 47 años, sigue buscando empleo formal sin éxito y, mientras tanto, se dedica a vender manualidades en la calle, pero su gran preocupación es la falta de una pensión o seguro social que asegure su futuro. "He aplicado a muchas empresas, pero la edad y la falta de experiencia actualizada me excluyen", confesó.
Señaló que, pese a haber tomado múltiples cursos de emprendimiento, la falta de recursos y las dificultades para formalizar su negocio siguen siendo obstáculos insuperables. "Es difícil conseguir un espacio para vender, y ni siquiera con mis compañeros podemos pagar un alquiler por un local", relató.
Un sistema que excluye a los más vulnerables
El sociólogo advirtió que el sistema tributario y las políticas públicas actuales están configurados para beneficiar a los más ricos y complican aún más la vida de los trabajadores informales. "La burocracia y las trabas tributarias hacen casi imposible que los emprendedores puedan formalizar sus negocios. El sistema no está diseñado para generar equidad", indicó.
Además, subrayó la necesidad urgente de una reforma educativa que conecte mejor la formación académica con las demandas del mercado laboral. "Muchos de los trabajadores informales no tuvieron la oportunidad de culminar sus estudios, lo que agrava su exclusión", agregó Pinoch.
Llamado a la acción
En medio de esta creciente informalidad, los trabajadores demandan un cambio en las políticas gubernamentales. La señora Juditn hizo un llamado a las autoridades locales para que busquen soluciones para los informales, sugiriendo que empresas privadas podrían actuar como "padrinos" para ayudar a impulsar sus negocios.
Este problema de desempleo e informalidad no solo afecta a los nacionales, sino que también involucra a trabajadores extranjeros, lo que complica aún más la situación. Como indicó Pinoch, "es un problema estructural que requiere un enfoque integral para ser resuelto".
La crisis laboral en Panamá está lejos de resolverse, y mientras las autoridades siguen sin encontrar soluciones efectivas, miles de panameños se ven forzados a sobrevivir en un mercado de trabajo precario y vulnerable