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Ciudad de Panamá, Panamá/El presidente de la República, José Raúl Mulino, se pronunció este domingo 28 de diciembre tras la demolición del monumento erigido en homenaje a la presencia china en Panamá, ubicado en el mirador del Puente de las Américas, hecho ocurrido la noche del sábado.
El mandatario señaló que “no hay justificación alguna para la barbaridad cometida por la alcaldesa de Arraiján (refiriéndose a Stefany Dayan Peñalba)”, al derribar la estructura, añadiendo que es “imperdonable semejante acto de irracionalidad”.
Mulino subrayó que la comunidad china es tradicional en el país, con generaciones establecidas en Panamá, y que “merece todo nuestro respeto”, por lo que consideró que debe iniciarse una investigación inmediata ante estas acciones. La polémica se intensificó en redes sociales, donde circularon diversos videos que mostraban maquinaria pesada derribando el monumento, generando múltiples reacciones por parte de la ciudadanía y distintos sectores sociales.
Posteriormente, la alcaldesa Stefany Dayan Peñalba emitió un comunicado acompañado de fotografías, en el que justificó la acción al indicar que el monumento presentaba un riesgo estructural, razón por la cual se optó por su remoción preventiva. Aseguró que la decisión se basó exclusivamente en criterios técnicos y de seguridad.
Destacó que, según la Dirección de Obras y Construcciones (DOYC), la estructura mostraba deterioro visible, con bases corroídas, grietas y zonas inestables, lo que representaba un riesgo para visitantes y turistas.
No obstante, la Comunidad China en Panamá cuestionó la actuación municipal: "Luego de la reunión sostenida en el mes de marzo, en donde representantes de la comunidad china solicitaron la renovación y presentaron la propuesta de mantenimiento, no ha recibido más respuesta de la alcaldesa... ¡Hasta esta noche!", expresaron en un pronunciamiento.
Al lugar de los hechos acudió la embajadora de China en Panamá, Xu Xueyuan, junto a miembros de la Asociación China en Panamá, algunos de los cuales recogieron parte de los escombros del monumento.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIRE) expresó su respeto y consideración a la comunidad chino-panameña, cuya presencia, trabajo y aporte han sido parte esencial de la construcción de la Nación desde hace más de 170 años.
Con relación a estos acontecimientos, la Cancillería lamentó que una actuación de carácter administrativo haya generado sentimientos de agravio e incomprensión hacia “una comunidad que forma parte integral del tejido social, económico y cultural de Panamá”.
“Más allá de las consideraciones técnicas que se hayan invocado, es deber del Estado actuar siempre con sensibilidad histórica, diálogo y respeto hacia los símbolos que representan la memoria colectiva de nuestros pueblos”, manifestó la institución en dicho comunicado.
Señalaron que la nación reconoce con gratitud el aporte de los ciudadanos panameños de ascendencia china al desarrollo del país, al fortalecimiento del comercio, a la vida cultural y a la proyección internacional.
“Esa contribución es inseparable de nuestra identidad como país abierto, plural y profundamente multicultural. En ese espíritu, el MIRE manifiesta su plena disposición a acompañar y promover, en coordinación con las autoridades competentes nacionales y la comunidad chino-panameña, la identificación de un nuevo espacio digno donde pueda ser honrado y preservado el legado histórico y cultural de China de las generaciones que, desde el siglo XIX, contribuyeron al Panamá que actualmente conocemos”, dijeron.
Subrayaron que en este particular momento del mundo, “Panamá no puede darse el lujo de: Herir a ninguna de sus comunidades, enviar señales equivocadas a ninguna de ellas y parecer alineado con una narrativa de exclusión cultural”.