Jóvenes deben llenar vacío histórico que dejó la firma de Tratados Torrijos Carter
Adolfo Ahumada, se refirió a los Tratados Torrijos Carter, que cumplen 40 años tras su firma el 7 de septiembre de 1977 y asegura que en ese acuerdo hay elementos históricos involucrados y luchas que surgieron desde 1904.
Asegura que en la actualidad los jóvenes deben mirar la brújula y establecer un nuevo norte hacia dónde ir para llenar el vacío histórico que ha quedado, tras la firma de los tratados que devolvieron la soberanía total del territorio panameño.
Recordó varios de los hechos y movimientos de carácter social, encabezado por los jóvenes, que hicieron avanzar un poco en la firma, como la lucha de diciembre de 1947, en contra del Convenio Filós-Hines, que prorrogaba la presencia militar norteamericana en Panamá.
Siembra de banderas el 2 de mayo de 1958, el enfrentamiento del 3 de noviembre de 1959, la incursión de 1962 en la inauguración del Puente de las Américas, ya que los norteamericanos querían ponerle otro nombre.
Todo eso se dio porque existía el sentimiento de que había un país dentro de otro, una sección de 10 millas a cada lado de la vía interoceánica, donde Estados Unidos actuaba como si fueran soberanos y Panamá se veía sometida a una autoridad que no era la suya.
Ahumada sostiene que había una lucha por lograr la plena integración de Panamá en toda su soberanía y que se ejerciera en una sola bandera y que el factor que se concretaba en la necesidad de sustituir el tratado de 1903, galvanizaba la conciencia juvenil panameña y producía una sensación de que había un objetivo por el cual luchar y una bandera por delante que había que enarbolar.
“Todos los sectores juveniles, coincidían en la necesidad de lograr el objetivo que ya no existe porque el objetivo se logró”, expresa Ahumada.
Las decisiones sobre el manejo, funcionamiento, ampliaciones y costo de los peajes, las toma Panamá.
Sobre el uso de suelo en las antiguas áreas revertidas, Ahumada sostiene que hay que establecer un mejor plan, que se cumpla con rigurosidad y también de los recursos del Canal de Panamá, donde se debe generar una discusión profunda de lo que se va hacer.